Las autoridades federales y de Sonora implementaron el Operativo Aguja, una estrategia enfocada a garantizar la seguridad al interior de los Centros de Reinserción Social (Ceresos) de Sonora y que destapó una serie de objetos prohibidos que los internos del penal de Hermosillo guardaban en sus celdas.
Después de una revisión exhaustiva a los módulos varoniles y femeniles, elementos de la Policía Penitenciaria, Policía Estatal, Asuntos Internos, Guardia Nacional y del Ejército Mexicano encontraron objetos de metal, cuchillos, herramientas, cables, tijeras, cinturones, juegos de azar y objetos de santería entre las pertenencias de los internos.
En la búsqueda participaron binomios caninos expertos en la detección de narcóticos y armas de fuego; además, el gobierno estatal indicó que se respetaron, en todo momento, los derechos humanos de los internos y que durante la inspección no se registraron incidentes que reportar.
En las imágenes compartidas por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) se observan imágenes y figuras de la Santa Muerte, bajaras españolas, martillos, desarmadores, pinzas de corte, limas de metal, cucharas, tenedores y cortaúñas.
5 custodios a la cárcel por permitir fuga de penal en Sonora
Además de garantizar la seguridad de los internos y del personal de custodia, el Gobierno de Sonora busca evitar que se repitan casos como los registrados en abril pasado, cuando un interno se fugó del Cereso de Nogales con la presunta ayuda de cuatro oficiales.
Era el 6 de abril cuando el interno Kevin Jorge Jesús Romero Corvera escapó de la cárcel; estaba recluido desde octubre de 2020 y cumplía una pena de 20 años de prisión por el delito de homicidio.
Por la evasión del interno, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de Sonora inició una investigación y ejecutó órdenes de aprehensión en contra de Juan “N”, Miguel “N”, Marco Aurelio “N” y José Luis “N” por el delito de incumplimiento de un deber legal, mientras que Luis Gregorio “N” fue acusado por el delito de evasión de preso. Todos eran custodios del Cereso de Nogales.
La investigación de la FGJ refiere que los custodios no intervinieron para evitar la fuga del recluso, aun cuando éstos se encontraban en sus puestos en las torres de vigilancia y pudieron observar, a través de las cámaras de seguridad, que el interno se estaba dando a la fuga; tampoco hicieron nada mientras escalaba la barda de la cárcel y, “por casualidad” olvidaron colocar los candados de las rejas que impedían el acceso de los presos al patio.