Quiénes fueron los amores de Silvia Pinal, la última diva del cine mexicano

A lo largo de la historia del cine en México se han destacado varias actrices y actores, sin embargo, el nombre de Silvia Pinal se robó el corazón de todo el pueblo azteca gracias a su carisma y gran talento frente a las cámaras. Esto le valió ser considerada como una de las más grandes divas de nuestro país y una de las mujeres más deseadas, pero si no conoces quiénes fueron los afortunados en la vida de la artista aquí te decimos todos sus amores.

Desde su aparición en la pantalla grande se destacó por poseer un rostro lleno de belleza, una personalidad cautivadora y la habilidad de transportarnos a la historia que interpretaba en los sets de filmación, cualidades que cautivaron a sus parejas.

Destacada actriz mexicana considerada la última gran diva de la Época de Oro del cine mexicano. Nació el 12 de septiembre de 1931 en Guaymas, Sonora, y su carrera abarca más de siete décadas en cine, teatro y televisión. Es reconocida por su versatilidad actoral, lo que le permitió destacarse en diversos géneros, desde la comedia y el drama hasta el suspenso y el surrealismo.

Entre sus aportes más destacados están sus colaboraciones con el director español Luis Buñuel en películas icónicas como Viridiana (1961), ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes, El Ángel Exterminador (1962) y Simón del Desierto (1965). Además, su participación en obras teatrales y su incursión en la televisión con el programa ‘Mujer, casos de la vida real’ consolidaron su influencia en la cultura mexicana.

A lo largo de su vida, Silvia Pinal ha sido reconocida con múltiples premios y homenajes por su contribución al arte y la cultura. Su legado como actriz, productora y figura pública la posiciona como una de las personalidades más influyentes y queridas de México.

No solo dejó huella en la pantalla grande, sino también en su vida personal, marcada por amores apasionados y matrimonios que reflejan las complejidades de su trayectoria. A lo largo de su vida, la actriz se casó cuatro veces y tuvo romances que trascendieron, tanto por su intensidad como por el impacto en su entorno familiar y profesional.

Rafael Banquells: el primer amor

En 1947, cuando Silvia Pinal tenía solo 17 años, se casó con el actor y director Rafael Banquells, quien entonces tenía 35 años. Este matrimonio marcó el inicio de su vida en el mundo del espectáculo y dejó como fruto a su primera hija, Sylvia Pasquel, también actriz y figura destacada del entretenimiento mexicano. Sin embargo, la relación enfrentó dificultades y terminó en divorcio en 1952. A pesar de ello, Banquells y Pinal mantuvieron un respeto mutuo que trascendió su separación.

Gustavo Alatriste: la unión que llevó a Buñuel

En 1961, Silvia contrajo matrimonio con Gustavo Alatriste, empresario y productor. Este vínculo no solo marcó su vida personal, sino también su carrera profesional, ya que juntos colaboraron en la producción de varias películas, incluyendo las dirigidas por el aclamado cineasta Luis Buñuel, como Viridiana y El Ángel Exterminador. De esta unión nació su hija Viridiana Alatriste, quien trágicamente falleció en 1982 en un accidente de tránsito, una pérdida que marcó profundamente a la actriz. La relación con Alatriste terminó en 1967, aunque su legado en el cine quedó como un testimonio de esta etapa.

Enrique Guzmán: una unión polémica y mediática

Ese mismo año, Silvia encontró el amor nuevamente con el cantante y actor Enrique Guzmán, con quien compartió una relación que generó titulares debido a su diferencia de edad: él era diez años menor que ella. Juntos tuvieron dos hijos, Alejandra Guzmán, quien se convirtió en una estrella de la música, y Luis Enrique Guzmán. Su matrimonio, que duró hasta 1976, estuvo rodeado de polémicas y altibajos, pero también de momentos icónicos que definieron la dinámica de una de las familias más mediáticas de México.

Tulio Hernández: la política como escenario del amor

El cuarto y último matrimonio de Silvia Pinal fue con Tulio Hernández, quien en ese momento era gobernador de Tlaxcala. La pareja contrajo matrimonio en 1982, y esta relación permitió a la actriz incursionar en la política, un ámbito en el que dejó su marca como promotora cultural y legisladora. Sin embargo, su unión con Hernández llegó a su fin en 1995, cerrando así el capítulo de los matrimonios en la vida de la actriz.

Además de sus matrimonios, Silvia Pinal vivió romances notables que enriquecieron la narrativa de su vida amorosa. Uno de los más significativos fue con Emilio Azcárraga Milmo, conocido como “El Tigre”, un empresario de gran influencia. Aunque nunca llegaron al altar, se dice que Azcárraga fue uno de los grandes amores de su vida.

En 1955, durante la filmación de Un extraño en la escalera, la actriz tuvo un romance fugaz con el galán Arturo de Córdova, una relación breve pero que se convirtió en parte de las historias detrás de cámaras del cine mexicano.

Por otro lado, Silvia tuvo un breve romance con Fernando Frade, una relación que terminó debido a los problemas con el alcohol de Frade. Este episodio se volvió aún más controvertido cuando Frade más tarde se involucró sentimentalmente con Sylvia Pasquel, hija de Silvia, lo que provocó un distanciamiento entre madre e hija que se mantuvo durante años.