En las últimas décadas, el uso excesivo de antibióticos ha generado una creciente preocupación entre expertos en salud pública. El abuso de estos medicamentos, tanto por automedicación como por prescripción innecesaria, está contribuyendo al desarrollo de la resistencia bacteriana, un fenómeno que podría convertirse en la principal causa de muerte mundial en 2050.
Así lo advierten especialistas y organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), quienes alertan sobre el riesgo de esta “pandemia silenciosa” que podría superar otras amenazas sanitarias.
El problema de la resistencia bacteriana
La resistencia antimicrobiana ocurre cuando las bacterias evolucionan y se vuelven inmunes a los medicamentos que antes eran efectivos para erradicarlas. Este fenómeno es impulsado principalmente por el uso indebido de antibióticos, ya sea por la automedicación, el mal uso en los tratamientos o la presión social para obtener estos medicamentos sin una verdadera necesidad médica.
En México, por ejemplo, se estima que en 8 de cada 10 infecciones de garganta se prescriben antibióticos, aunque sólo el 10 por ciento de esos casos realmente los requiere. Esta práctica ha aumentado significativamente el riesgo de que las bacterias se hagan resistentes a los tratamientos, lo que dificulta su erradicación y complica las enfermedades comunes.
Un problema global con consecuencias devastadoras
De acuerdo a la OMS, la resistencia antimicrobiana podría ser responsable de 10 millones de muertes anuales para el año 2050, superando así a enfermedades como el cáncer. En 2009, las muertes relacionadas con la resistencia bacteriana ya sumaban casi cinco millones a nivel mundial, y esta cifra sigue en aumento debido a la falta de medidas efectivas para combatir este fenómeno.
El Dr. Francisco Saynes, presidente de la Sociedad Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza, enfatizó que la resistencia bacteriana es un problema grave cuya magnitud no ha sido comprendida en su totalidad. “Si no tomamos medidas drásticas, es probable que dentro de unas décadas las infecciones comunes ya no puedan ser tratadas con los antibióticos que conocemos”, alertó.
Factores que aceleran la crisis
Existen diversos factores que agravan la resistencia antimicrobiana, entre ellos la automedicación y la presión social para obtener antibióticos sin necesidad de una receta médica. En México, a pesar de que en 2010 se implementó una normativa que establece la venta de antibióticos solo con receta médica, la corrupción y el fácil acceso a estos medicamentos siguen siendo un problema crítico.
La doctora Ana María Ocaña, gerente de Asuntos Médicos para América Latina de Reckitt Benckiser, mencionó que la falta de cumplimiento de las normativas y la creciente automedicación están favoreciendo el aumento de las bacterias resistentes. “Es urgente que la población tome conciencia de que el abuso de antibióticos no solo es innecesario, sino también peligroso para la salud pública”, afirmó.
El futuro sin antibióticos eficaces
Si la tendencia continúa, para 2050 las bacterias resistentes podrían causar más muertes que el cáncer. La Organización Mundial de la Salud identificó la resistencia antimicrobiana como una de las 10 principales amenazas para la salud global en este siglo. En el Reino Unido, por ejemplo, el gobierno creó el Fondo Fleming para financiar investigaciones y medidas para combatir esta amenaza.
Pablo Velasco, director de Salud y Ciencias de la Vida de la Embajada Británica en México, subrayó la importancia de una colaboración internacional para frenar este fenómeno. “Las políticas públicas, la educación en salud y el fortalecimiento de los sistemas de salud son esenciales para mitigar este problema antes de que sea demasiado tarde”.
Medidas para prevenir la resistencia antimicrobiana
Para evitar que la resistencia bacteriana se convierta en una crisis aún mayor, los especialistas recomiendan seguir ciertas pautas:
- Evitar la automedicación: solo tomar antibióticos cuando un médico lo indique y siempre seguir las indicaciones del tratamiento.
- Cumplir con el tratamiento completo: incluso si los síntomas desaparecen, es fundamental continuar con el tratamiento prescrito.
- Educar sobre el uso responsable: concientizar a la población sobre los riesgos del uso inapropiado de antibióticos y su impacto en la salud pública.
El abuso de antibióticos no sólo pone en riesgo la salud de quienes los consumen sin necesidad, sino que también contribuye al crecimiento de la resistencia bacteriana, una amenaza que podría ser responsable de millones de muertes en las próximas décadas.