Estos son los mensajes que envía la ‘Operación Enjambre’, según Óscar Balderas

Según el periodista, esta operación marca un cambio clave en la estrategia de seguridad que se vio en los últimos años

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La Operación Enjambre permitió la captura de siete funcionarios municipales vinculados con el crimen organizado en el Estado de México. | Foto: Jesús Aviles - Infobae México
La Operación Enjambre permitió la captura de siete funcionarios municipales vinculados con el crimen organizado en el Estado de México. | Foto: Jesús Aviles - Infobae México

La reciente Operación Enjambre, que llevó a la captura de siete funcionarios municipales presuntamente vinculados con el crimen organizado, no sólo busca desarticular redes de corrupción y delincuencia en el Estado de México.

Según el periodista de investigación Óscar Balderas, esta redada de alto perfil encierra mensajes políticos y estratégicos que podrían marcar el rumbo del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum en materia de seguridad.

El enfoque en lo cotidiano

Detenidos en Operación Enjambre
Detenidos en Operación Enjambre

Para Balderas, el primer mensaje es que el operativo se centra en los delitos que más afectan a la población: secuestros, extorsiones y homicidios.

“Por qué es un éxito el Operativo Enjambre: por un lado, la extorsión, el secuestro y el homicidio son esos tres delitos de alto impacto que, por supuesto, te afectan en la vida; sí le pega a la gente, a la raza del día a día”, señaló Balderas en entrevista con Luis Cárdenas en MVS Radio.

El caso de Amanalco ilustra esta lógica. La alcaldesa María Elena Martínez Robles fue detenida por su presunta implicación en el asesinato de un funcionario local, así como por mantener vínculos con La Familia Michoacana, una organización que extorsiona a pequeños comerciantes y desvía recursos municipales hacia sus arcas.

Este cambio de enfoque, que prioriza los delitos de alto impacto para los ciudadanos, busca generar confianza en la estrategia de seguridad de Sheinbaum y su secretario de Seguridad, Omar García Harfuch.

Golpe a la estructura política

María Elena "N" es presidenta municipal de Amanalco desde el año 2021. (X/@jenarovillamil)
María Elena "N" es presidenta municipal de Amanalco desde el año 2021. (X/@jenarovillamil)

El segundo mensaje, según Balderas, es que la operación no se centró en los líderes del crimen organizado, sino en los funcionarios que les brindan protección y permiten que sigan operando: “No está dirigido al jefe de plaza, está dirigido a quien permite que el jefe de plaza opere”, indicó el periodista.

La detención de directores de seguridad pública, alcaldes y hasta el esposo de una presidenta municipal, acusado de operar como enlace con el crimen, pone en evidencia cómo las estructuras políticas locales han sido pieza clave para la expansión del narcotráfico en los municipios.

Balderas aseguró que es un golpe inédito al aparato político. Ejemplos como el de Ellery Guadalupe Figueroa, esposo de la alcaldesa de Tonatico, acusado de exigir el 10% de las ganancias a vendedores para entregar el dinero a La Familia Michoacana, son muestra de cómo estas redes de corrupción afectan directamente a la ciudadanía.

Mensajes internos y externos

Otro punto destacado por Balderas es que las capturas envían un mensaje contundente dentro y fuera del Gobierno de la Cuarta Transformación. A nivel interno, la detención de funcionarios de municipios gobernados tanto por Morena como por la oposición demuestra que la actual administración no dará impunidad a políticos coludidos con el crimen, independientemente de su afiliación partidista.

El operativo se ejecutó en coordinación de los tres órdenes de gobierno, el pasado viernes 22 de noviembre.  
CRÉDITO: Cuartoscuro
El operativo se ejecutó en coordinación de los tres órdenes de gobierno, el pasado viernes 22 de noviembre. CRÉDITO: Cuartoscuro

El hecho de que la operación haya tenido lugar en municipios clave, como Naucalpan e Ixtapaluca, y que algunos detenidos sean alcaldes vinculados a Morena, refuerza esta narrativa.

“Me parece interesante, el mensajito está claro, clarísimo: aquí no vamos a estar cuidando a nadie, nada de que ‘ay, ya el pueblo bueno’ y ‘abrazos, no balazos’. No, el mensaje está clarito: sea quien sea, va para dentro”, subrayó el periodista.

A nivel externo, el operativo tiene un peso simbólico en un contexto donde las críticas a la estrategia de seguridad desde el sexenio pasado han sido constantes.

El especialista destacó que el éxito del Operativo Enjambre trascendió barreras políticas, al ser celebrado no solo por el oficialismo, sino también por sectores de la oposición. Este consenso inusual subraya el impacto positivo de las detenciones y el mensaje de contundencia contra la corrupción y el crimen organizado.

“La oposición lo festeja, sí, claro. Yo leí hasta a Javier Lozano, sí, Javier Lozano aplaudió esto, aplaudió el operativo Enjambre. Que evidentemente no es un tipo para nada que le guste un aplauso a la 4T, vaya. De ese tamaño me parece el éxito del operativo, lo cual nos permite ver que para allá va a ir un poco el resto del sexenio. Esa va a ser la marca”, añadió.

La firma de García Harfuch

La estrategia de seguridad de Claudia Sheinbaum y Omar García Harfuch centra sus esfuerzos en delitos de alto impacto como secuestros, extorsiones y homicidios. (REUTERS/Henry Romero)
La estrategia de seguridad de Claudia Sheinbaum y Omar García Harfuch centra sus esfuerzos en delitos de alto impacto como secuestros, extorsiones y homicidios. (REUTERS/Henry Romero)

La ‘Operación Enjambre’ también es vista como la consolidación de la “firma” de García Harfuch, quien ha sido descrito por Balderas como un secretario de seguridad que privilegia la inteligencia y la coordinación interinstitucional.

El comunicador indica que desde su paso por la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX), Harfuch mostró capacidad para coordinar operativos complejos y evitar los errores que permitían a los detenidos salir libres por falta de pruebas.

Este enfoque quedó evidenciado en la planeación de la Operación Enjambre. La Fiscalía del Estado de México recopiló información durante meses antes de solicitar órdenes de aprehensión, evitando las “puertas giratorias” que han caracterizado a otras redadas.

El despliegue de más de 1.500 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Marina, la Guardia Nacional y la Policía estatal, fue un ejercicio de coordinación pocas veces visto. Balderas también apunta a que el operativo sienta las bases de una nueva narrativa en materia de seguridad, que podría replicarse en otros estados.

El antecedente del Michoacanazo de 2009, cuando se detuvo a 11 alcaldes en Michoacán pero el caso se desmoronó en tribunales, sigue presente. Según el periodista, el reto para Sheinbaum y Harfuch es que la Operación Enjambre no corra la misma suerte.

Balderas matiza que este es apenas el primer paso de un proceso que debe atacar las redes de corrupción a niveles más altos. “La narcopolítica no se termina en los municipios; está en los estados y más arriba. Ir por gobernadores sería el siguiente paso lógico”, concluyó.

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