¿Se pueden cambiar tus vacaciones por dinero? Esto señala la ley

La Ley Federal del Trabajo (LFT) en México establece las condiciones mínimas para garantizar el derecho de las personas trabajadoras a disfrutar de vacaciones anuales pagadas.

Estas disposiciones buscan asegurar un equilibrio entre la vida laboral y personal, evitando abusos que podrían perjudicar la salud y bienestar de los empleados.

De acuerdo con el artículo 76, las personas trabajadoras que cumplan más de un año de servicio tienen derecho a un mínimo de doce días laborables de vacaciones pagadas, con un incremento progresivo en función de su antigüedad.

Por cada año adicional de trabajo, los días de vacaciones aumentan en dos hasta alcanzar veinte días. Después del sexto año, este aumento se realiza cada cinco años.

Para quienes laboran en esquemas de trabajo discontinuo o de temporada, el artículo 77 estipula que sus vacaciones serán proporcionales al tiempo trabajado durante el año, respetando los principios generales de equidad laboral.

El artículo 78 señala que, del total de días de vacaciones que correspondan según el artículo 76, las personas trabajadoras deben disfrutar al menos doce días continuos. Sin embargo, estos días pueden ser distribuidos de acuerdo con las necesidades y preferencias de la persona trabajadora, siempre y cuando exista un acuerdo con el empleador.

La LFT, a través del artículo 79, prohíbe explícitamente compensar las vacaciones con dinero mientras la relación laboral esté vigente.

Este artículo subraya la importancia de que los trabajadores disfruten del descanso físico y mental que representan las vacaciones.

No obstante, si la relación laboral termina antes de cumplir el año de servicios, la ley permite que se pague una proporción de los días de vacaciones generados hasta el momento de la separación, garantizando así el derecho del trabajador.

El marco legal refuerza la idea de que las vacaciones son un derecho irrenunciable y esencial para mantener la calidad de vida de los trabajadores.

Aunque algunas personas consideran atractivo recibir un pago a cambio de no tomar días libres, la normativa busca proteger su salud, evitar el agotamiento laboral y fomentar un mejor desempeño en el trabajo.

Por ello, las vacaciones no son negociables, y la ley prioriza el descanso sobre la compensación económica, salvo excepciones derivadas del término de la relación laboral, por lo cual, es tomarse tiempo para despejarse y pasar tiempo con sus seres queridos, sobre todo en tiempos donde el estrés sigue aumentando.