El actor Salvador Zerboni vive actualmente una pesadilla debido a que recién acaba de perder la audición del oído izquierdo, algo que lo mantiene preocupado y con impotencia, pues es algo que no esperaba.
Este problema ocurrió en días recientes cuando el histrión descansaba en su casa, cuando inesperadamente empezó a sentir las molestias que lo llevaron a perder el equilibrio, vomitar, imposibilidad de mantenerse de pie y posteriormente ser hospitalizado, diagnosticado con hipoacusia súbita.
Así ocurrió el tormento de Salvador Zerboni
“Estaba comiendo helado el domingo en la noche, viendo una película cuando de pronto se me metió un zumbido en el oído, me quedé dormido y cuando desperté a las 6:00 de la mañana a correr, me caí de la cama literal, me fui a gatas a vomitar al baño.
“No soportaba caminar el pararme, detenerme, el abrir los ojos. Imagínate el susto, llamé a la ambulancia, vino mi gente a apoyarme, me llevaron al doctor, me internaron de emergencia, no me dejaron moverme”, señaló el histrión.
Estando en el hospital le dieron muchas inyecciones, estudios, pero los médicos no encontraban qué es lo que tenía. Pero le tranquiliza saber que no tiene ningún tumor en el cuerpo, algo que le da un respiro.
Salvador Zerboni descarta que tenga cáncer
“Por más que me inyectaron 20 mil y un cosas no han encontrado nada, las tomografías y resonancia magnética, que es para ver si tengo algún tumor, gracias a Dios no lo hay. Vamos a tener que ir a los tratamientos. No estoy muy seguro si pueda recuperar el oído, bueno, no están seguros ellos, yo estoy seguro. Yo estoy seguro que lo voy a recuperar. Tengo mucha fé que lo voy a hacer.
“Salí hoy, sin embargo, ayer me llevaron a la cama hiperbárica, me dieron mi primera inyección directo al tímpano de cortisona, estoy con esteroides, si me empiezan a ver un poco más grandecito o cachetón espero que no nos juzguemos mucho va a ser un proceso, no importa, lo que Dios diga”, afirmó.
Recurre a la fe Salvador Zerboni
Ante este problema, Salvador Zerboni recurre a la fé para darle esperanzas de que estará mejor y aunque a veces se desespera por la situación de su oído, que no puede escuchar nada, de un lado, trata de tener paciencia.
“Definitivamente escuchar nada me desespera mucho, me agüita demasiado, pero tengo mucha fé, regresando a la religión, si es necesario alguna opinión o alguien que me pueda ayudar en distintas cosas, tratamientos o cosas siempre la vamos a agarrar, todo es bienvenido”.