El cuerpo de Ramón Alberto Olivas Barragán, un policía municipal de Culiacán de 34 años, fue encontrado sin vida junto a un canal de riego en las inmediaciones de la carretera La 20, en un campo baldío de la sindicatura de Costa Rica.
Medios locales publicaron que fueron los familiares del policía quienes lo localizaron alrededor de las 10 de la mañana de este miércoles, pero no fue hasta un par de horas más tarde cuando personal de los tres niveles de seguridad llegó a la zona para acordonar el lugar e iniciar con las investigaciones.
Al llegar al lugar, los elementos de la Policía Estatal Preventiva y de la Fiscalía General del Estado (FGE) confirmaron que se trataba del agente plagiado. De manera extraoficial se reportó que la víctima estaba encobijado, con signos de tortura y varias heridas por impactos de bala.
La versión de los familiares apunta a que minutos antes de la medianoche del pasado lunes 18 de noviembre un grupo de hombres armados tumbó el portón de la casa de Ramón Alberto y se lo llevaron en ropa interior.
Saldos de la guerra en Sinaloa
Desde que estalló la guerra entre Los Chapitos y La Mayiza se contabilizan más de 200 homicidios dolosos (103 en septiembre y 141 en octubre), según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP); cifra menor al reporte diario realizado por dependencias de seguridad locales y federales: 125 en septiembre, 179 en octubre y 86 hasta el 19 de noviembre.
La guerra por el control del Cártel de Sinaloa inició el 9 de septiembre (115 homicidios dolosos se registraron a partir de ese momento durante septiembre), lo que representó casi el triple de las 39 personas asesinadas durante agosto.
De acuerdo con información de la organización Causa en Común, desde el estallido de la guerra han asesinado a cinco policías municipales (incluyendo a Ramón Alberto Olivas Barragán) y un militar; además de reportarse la desaparición del agente Régulo Fernando Velarde, quien fue levantado por hombres armados durante la madrugada del 26 de septiembre en Mazatlán, Sinaloa.
Causa en Común refiere que entre enero y octubre, el número de policías asesinados en México asciende a 257, un promedio de un agente atacado cada día; Guanajuato es el estado más peligroso para los uniformados con 46 víctimas, seguido por el Estado de México (22), Chiapas y Guerrero (19 cada uno) y Nuevo León (16).