Originario de Navojoa, Sonora, Álvaro Obregón terminó la Revolución Mexicana como el único general que ganó todas su batallas, venciendo a estrategas militares de la talla de Pascual Orozco y Francisco Villa, considerados los mejores de la lucha armada.
Sin embargo, un récord perfecto en los campos de batalla no estuvo exento de costos, pues el general sonorense perdió su brazo derecho durante un enfrentamiento contra las fuerzas de Villa, el Centauro del Norte, el 2 de junio en Celaya. De acuerdo con los historiadores, Obregón dirigía a sus hombres cuando una granada explotó cerca de él, causándole la amputación inmediata de una de sus extremidades.
Después de ahuyentar a las tropas de Villa, Obregón ordenó a sus hombres buscar en el campo de batalla los restos de su brazo. Años más tarde, el general recordaba con humor esa batalla y narraba que tras el enfrentamiento, uno de sus hombres levantó en lo alto una moneda de oro para que su mano desprendida se levantara de inmediato a tomarla.
Quién fue Álvaro Obregón y cuál fue su papel en la Revolución Mexicana
Álvaro Obregón, una figura clave en la Revolución Mexicana, es recordado por su papel en la reconstrucción del país y la consolidación del poder del Estado Nacional posrevolucionario. Nacido el 19 de febrero de 1880 en Siquisiva, Navojoa, Sonora, Obregón quedó huérfano de padre el mismo año de su nacimiento.
A lo largo de su vida, se dedicó a la agricultura y a la enseñanza antes de entrar en la política, según información disponible.
En 1911, Obregón inició su carrera política al ser elegido presidente municipal de Huatabampo. Sin embargo, su mandato fue interrumpido por la Decena Trágica, un golpe de estado que culminó con el asesinato de Francisco I. Madero y la instauración de la dictadura de Victoriano Huerta. En respuesta, Obregón se unió al movimiento constitucionalista liderado por Venustiano Carranza, organizando un grupo armado que se convertiría en el Ejército del Noreste.
Durante la Revolución, Obregón se destacó por su habilidad militar, logrando derrotar al General Pascual Orozco, uno de los mejores militares del Ejército Federal. En 1920, lanzó su candidatura presidencial con el apoyo de la mayoría de los líderes revolucionarios. Firmó el Plan de Agua Prieta, que exigía la dimisión de Carranza y la creación de un gobierno provisional, lo que eventualmente llevó a la muerte de Carranza.
Obregón asumió la presidencia de México el 1 de diciembre de 1920. Durante su mandato, el país enfrentaba una severa crisis económica y de infraestructura. Implementó reformas agrarias, expropiando tierras a grandes propietarios y promoviendo el asociacionismo obrero a través de la Confederación Nacional Obrera Mexicana (CROM).
Además, fortaleció la Educación Pública y las relaciones internacionales, especialmente con los Estados Unidos, mediante los Tratados de Bucareli.
En 1924, Plutarco Elías Calles sucedió a Obregón en la presidencia. Obregón regresó a la vida civil en Sonora, aunque mantuvo su influencia política y militar. En 1928, tras una reforma constitucional que permitía la reelección, Obregón fue nuevamente elegido presidente. Sin embargo, fue asesinado el 17 de julio de 1928 en un banquete en su honor en el restaurante La Bombilla, en la Ciudad de México.