Creada en 1902, la colonia Roma fue concebida como una zona residencial para la clase alta de la Ciudad de México y se fue expandiendo con un estilo europeo, con amplias avenidas y edificaciones de arquitectura ecléctica, ocupando el terreno de uno de los panteones generales del siglo XIX.
El antiguo Panteón General de la Piedad fue clausurado para dar paso a la urbanización de la zona, y con el paso del tiempo la mayor parte de sus residentes fueron olvidando el pasado fúnebre de esas tierras, donde había “materias oscuras”.
Un siglo después, esta colonia sigue siendo uno de los puntos más atractivos para miles de visitantes debido a su oferta gastronómica y cultural, mientras que sus residentes disfrutan de su ubicación céntrica y con gran conectividad.
El Panteón de la Piedad estaba ubicado en la actual colonia Roma, específicamente en el área delimitada por las avenidas Insurgentes Sur, Baja California, Monterrey y el Viaducto Miguel Alemán.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmó que el Centro Escolar Benito Juárez, localizado en la calle Jalapa, de la colonia Roma Sur, fue construído en una sección de los terrenos donde se encontraba el Panteón General de la Piedad, de acuerdo con los documentos históricos.
Esta área, tras la clausura del panteón, fue urbanizada y hoy en día forma parte integral de la colonia Roma.
¿Qué sucedió con los cuerpos enterrados en el terreno de la Colonia Roma?
El Panteón General de la Piedad fue inaugurado en 1872 por el entonces presidente Benito Juárez, y su construcción se derivó del reclamo de contar con un cementerio civil alejado del centro urbano, a fin de evitar los “miasmas”, como se le denominaba a los “efluvios malignos” que, según las creencias de la época, desprendían los cuerpos enfermos, las “materias corruptas” y aguas estancadas.
Con el cierre del Panteón de la Piedad, los cuerpos enterrados allí fueron exhumados y trasladados a otros cementerios de la Ciudad de México.
Muchas de estas reubicaciones se realizaron al Panteón Civil de Dolores y al Panteón Francés. Este proceso formó parte de las medidas para urbanizar y desarrollar la colonia Roma, donde se encontraba el antiguo cementerio.
Además de este espacio que se ocupaba para enterrar a cientos de habitantes de la vieja ciudad, el área donde se estableció la emblemática Roma estaba ocupada principalmente por terrenos agrícolas y algunos ranchos.
Uno de los más prominentes fue el Rancho de la Romita, una pequeña comunidad que subsistía de la agricultura y que daba nombre a la zona. Con el desarrollo y urbanización a principios del siglo XX, estos terrenos fueron transformados en la moderna colonia Roma.
La Roma es uno de los barrios más cotizados de la CDMX
La colonia Roma se ha convertido en un punto de alta demanda tanto para jóvenes como para familias, lo que ha resultado en un incremento en los precios de los inmuebles. Las rentas mensuales en Roma Norte y Roma Sur promedian los 23 mil 157 pesos y los 22 mil 007 pesos respectivamente, según plataformas especializadas en bienes raíces.
Los estilos arquitectónicos de la Colonia Roma, que incluyen influencias francesas, italianas, árabes, art Nouveau y art-decó, son un gran atractivo. La diversidad y belleza de sus construcciones han hecho de esta zona una de las más emblemáticas de la Ciudad de México.
La mayoría de los departamentos disponibles para renta, principalmente de una a dos recámaras, incluyen servicios como luz, agua, gas, y en algunos casos, WiFi.
En un ranking reciente, la Colonia Roma fue reconocida como el segundo mejor lugar para vivir en América Latina, obteniendo 17 de 20 puntos máximos en criterios que evaluaron su infraestructura, estilo de vida, medio ambiente y conectividad.
El aumento en la popularidad y precios de las propiedades en la zona refleja tanto su atractivo arquitectónico como su calidad de vida. La combinación de estilos decorativos y servicios ha hecho que la Colonia Roma sea una de las áreas más codiciadas en la CDMX.