La investigación por el secuestro de un hombre originario de Kosovo derivó en el desmantelamiento de una célula criminal ligada al Cártel de Sinaloa que llevaba un par de años asentada en Cataluña, España.
Todo comenzó el 31 de mayo de 2024, cuando el sujeto kosovar de 46 años inició un viaje en automóvil desde Italia hasta Barcelona. ¿El motivo? Se reuniría con líderes de la organización que lo acusaban de haber extraviado un cargamento de metanfetamina.
La droga en estado líquido era enviada desde México —impregnada en superficies como prendas de ropa— a Cataluña, donde finalmente la extraían en un laboratorio.
El kosovar fue citado en un restaurante mexicano en el municipio de Sant Andreu de Llavaneres, Barcelona. Ahí, miembros del grupo criminal lo emboscaron y privaron de su libertad.
Según reportes policiales citados por el periodista Brais Cedeira, de El Español, sus captores de lo llevaron a un chalet en la misma localidad, la cual albergaba un cuarto de tortura.
Las fuentes consultadas por Cedeira señalan que los miembros de la organización torturaron a su víctima durante un plazo de entre tres y cuatro días en dicha habitación antes de asesinarlo.
Después, trasladaron el cadáver a una zona boscosa de la población de Botarell, en Tarragona, a bordo del mismo vehículo en el que la víctima había llegado desde Italia. El cuerpo, envuelto en sábanas, fue localizado el 5 de agosto de 2024 en avanzado estado de descomposición, mientras que el automóvil fue hallado en un depósito municipal.
El Español señala que en la casa de Sant Andreu de Llavaneres, el grupo criminal acondicionó la habitación para ocultar cualquier rastro de los actos de violencia cometidos contra el hombre de 46 años. No obstante, los inspectores encontraron manchas de sangre y un cuchillo que, aparentemente, habría sido utilizado para la tortura.
La casa en donde el kosovar estuvo durante días fue uno de los cinco domicilios cateados el pasado 22 de octubre por agentes de la Policía Nacional de España. Durante el operativo también se ejecutó una inspección en el restaurante al que habría llegado la víctima.
Como resultado de la redada, la Policía Nacional y los Mozos de Escuadra capturaron a 14 miembros del Cártel de Sinaloa, incluido Pablo “L”, identificado de forma extraoficial como presunto líder de la organización. Además, los investigadores encontraron un laboratorio de extracción de metanfetamina, una gran cantidad de éxtasis, armas de fuego, material tecnológico, dinero y una plantación de marihuana.