Esto es lo que se sabe de la muerte de ‘El Chuyín’, uno de los líderes de La Línea, brazo armado del Cártel de Juárez

El pasado viernes 15 de noviembre, diversos medios locales de Chihuahua reportaron la presunta ejecución de Jesús Salas Aguayo, conocido como ‘El Chuyín’, uno de los principales líderes de La Línea, brazo armado del Cártel de Juárez, buscado por el gobierno de Estados Unidos.

Según información filtrada a El Diario de Juárez desde la Fiscalía General del Estado de Chihuahua (FGE) y testimonios de residentes de la región, la muerte de Salas habría ocurrido en el municipio de Ahumada, Chihuahua, bajo circunstancias aún no confirmadas oficialmente.

De acuerdo con fuentes citadas por El Diario de Juárez, Salas Aguayo fue asesinado tras ser convocado por una célula delictiva conocida como “Los Cítricos”, conformada por los hermanos Gilberto G., alias “El Limones”, y Jorge Adrián G., “El Naranjas”. Este grupo opera dentro de La Línea.

El asesinato habría tenido lugar cerca de la comunidad de Ricardo Flores Magón, en el municipio de Ahumada. Según la información extraoficial, ‘El Chuyín’ acudió a la cita acompañado de dos escoltas, quienes fueron abatidos a balazos, mientras que Salas Aguayo habría sido estrangulado.

Aunque la FGE no ha emitido una versión oficial, Alejandro Vargas, fiscal de la Zona Noroeste, declaró que las autoridades han desplegado operativos en hospitales, funerarias y otros lugares estratégicos en busca de información. Gabriela Cota, vocera de la misma institución en la Zona Norte, expresó en una declaración pública: “No tenemos información confirmada de los hechos”. Ambas declaraciones fueron registradas por el medio adn (a diario network).

Aunque la versión más difundida apunta a que ‘El Chuyín’ fue asesinado por sus propios aliados, han surgido otras teorías sobre las circunstancias de su fallecimiento.

Algunas fuentes locales sugieren que murió de un infarto fulminante mientras viajaba en un vehículo por la carretera que conecta Villa Ahumada con el ejido Benito Juárez.

Mientras tanto, habitantes de Ahumada aseguran que ya se habría llevado a cabo un servicio fúnebre para Salas Aguayo, aunque bajo un fuerte hermetismo.

Jesús Salas Aguayo, identificado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como un operador de alto nivel del Cártel de Juárez, era considerado uno de los principales generadores de violencia en Chihuahua.

Se le vinculaba al trasiego de drogas hacia Estados Unidos, además de una amplia lista de crímenes, entre los que destacan homicidios, secuestros, y atentados de alto impacto.

Entre sus actos más notorios está el atentado con coche bomba en Ciudad Juárez en 2010, que dejó cuatro muertos, incluidos dos policías federales. También fue acusado de ordenar el asesinato de José Daniel González Galeana, testigo protegido del Gobierno de EEUU, ocurrido en mayo de 2009 en El Paso, Texas. Este hecho marcó un punto de inflexión en la escalada de violencia en la región fronteriza.

Salas Aguayo fue detenido en abril de 2015 durante un operativo en Villa Ahumada. La entonces Procuraduría General de la República (PGR) lo acusó de delitos contra la salud, portación de armas de fuego y posesión de cartuchos de uso exclusivo del Ejército. Fue sentenciado inicialmente a más de 11 años de prisión, aunque tras una apelación, la pena fue reducida a poco más de ocho años.

En 2020, durante su libertad condicional, Salas Aguayo se retiró el brazalete de monitoreo, lo que llevó a la emisión de una orden de reaprehensión. Desde entonces, era buscado por las autoridades mexicanas y por Interpol, que mantenía activa una orden de detención con fines de extradición.

La presunta muerte de Salas Aguayo podría significar un golpe a la estructura delictiva de La Línea, una organización que controla amplias zonas del estado de Chihuahua y que ha estado vinculada en los últimos años con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), según reportes de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de 2023. Este vínculo ha convertido a La Línea en un actor clave en el tráfico de cocaína, metanfetaminas y fentanilo hacia Estados Unidos.

Además, Salas era considerado uno de los operadores más violentos del Cártel de Juárez, con presencia destacada en los municipios de Ahumada, Buenaventura y Galeana, así como en la región conocida como el Triángulo Dorado, en los límites de Chihuahua, Durango y Sinaloa.

Durante su liderazgo, la violencia en la región se incrementó de manera alarmante. En 2012, Salas fue señalado como autor intelectual de la masacre de 15 personas en el bar Colorado en Chihuahua. También fue acusado de coordinar operaciones de narcotráfico a gran escala y mantener el control de rutas estratégicas hacia la frontera.

La muerte de ‘El Chuyín’ podría desatar una lucha interna por el control de La Línea y sus territorios, lo que representaría un nuevo foco de violencia en la región.

Sin embargo, hasta que las autoridades confirmen oficialmente su deceso, las especulaciones sobre su destino continuarán alimentando la incertidumbre en una de las zonas más golpeadas por el crimen organizado en México.