Estos han sido los mayores golpes al Cártel de Sinaloa en España: cronología de operativos y detenciones

El Cártel de Sinaloa, conocido por su vasto dominio del tráfico de drogas, ha identificado a España como un punto estratégico clave para sus operaciones en Europa.

Desde 2009, cuando Joaquín “El Chapo” Guzmán propuso enviar cocaína desde Sudamérica hacia puertos españoles en una reunión con agentes encubiertos del FBI, la organización mexicana ha consolidado su interés en este país.

España es considerada la puerta de entrada al mercado europeo por diversas razones. Por un lado, el aumento en el consumo de cocaína y metanfetamina en las naciones de la Unión Europea ha generado una creciente demanda de estupefacientes, que el Cártel de Sinaloa busca satisfacer.

Sin embargo, la estrategia del Cártel de Sinaloa ya no se limita al envío de grandes cargamentos de droga desde Sudamérica. De acuerdo con una investigación de la periodista Gema Peñalosa, la organización busca establecer narcolaboratorios en territorio español para fabricar drogas sintéticas localmente, reduciendo así los riesgos y costos asociados al transporte internacional.

Ciudades como Barcelona, Madrid, Tenerife, Valencia y Alicante han emergido como puntos clave de estas operaciones, donde las autoridades han detectado células del cártel trabajando en colaboración con distribuidores locales.

Aunque las autoridades españolas han negado que el cártel esté asentado en el país, las acciones que se han hecho en los últimos años y en especial en el 2024 sobre desarticulación de células operativas, incautaciones de grandes cantidades de droga y desmantelamiento de laboratorios clandestinos, dejan al descubierto la creciente expansión del cártel en Europa y las complejas redes internacionales del narcotráfico. Aquí un recuento.

En 2012, la Policía Nacional, en colaboración con el FBI, detuvo en Madrid a cuatro narcotraficantes enviados por el Cártel de Sinaloa para establecerse en España y expandir su red en Europa. Entre los detenidos se encontraba Jesús Gutiérrez Guzmán, primo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

En 2018, la Guardia Civil interceptó en el puerto de Algeciras un cargamento de 370 kilogramos de cocaína ocultos en un contenedor procedente de México. La investigación vinculó este envío al Cártel de Sinaloa, evidenciando su intento de introducir droga en Europa a través de España.

En 2020, la Policía Nacional desmanteló un laboratorio clandestino de metanfetaminas en las afueras de Barcelona, operado por una célula asociada al Cártel de Sinaloa. Durante la operación, se incautaron 200 kilogramos de metanfetamina y se detuvo a seis personas, incluyendo a un químico mexicano encargado de la producción.

Estas acciones reflejan los esfuerzos continuos de las fuerzas de seguridad españolas para combatir la presencia y actividades del Cártel de Sinaloa en el país.

En una operación que marcó el inicio de un año de duros golpes para el Cártel de Sinaloa, la Policía Nacional de España anunció el 6 de mayo la incautación de 1.800 kilogramos de metanfetamina en las provincias de Alicante y Valencia.

Este decomiso, el mayor de esta droga sintética en España y el segundo más grande en Europa, puso en evidencia la magnitud de las operaciones del cártel en el país. Los hechos se dieron a conocer casi nueve días después, el 15 de mayo.

La droga era transportada desde México y se utilizaban complejas redes de distribución que incluían envíos ocultos en electrodomésticos. En el operativo fueron detenidas cinco personas: tres de nacionalidad española, un rumano y un mexicano, identificado como representante del cártel en España.

Este decomiso desmanteló uno de los principales puntos de abastecimiento de drogas sintéticas en el continente, con ramificaciones en Tenerife, Madrid, Valencia y Alicante.

En uno de los operativos más recientes, el 8 de noviembre, la Policía Nacional detuvo a 16 personas y desmanteló dos laboratorios clandestinos de drogas en la provincia de Toledo. Entre los arrestados se encontraba un químico enviado desde México que trabajaba para Los Chapitos, una facción del Cártel de Sinaloa liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Los laboratorios estaban dedicados a la producción de metanfetamina y cocaína, utilizando medidas de seguridad extremas para evitar ser detectados.

En el operativo, las autoridades incautaron 125 kilogramos de cocaína base, más de 6 kilogramos de metanfetamina, 7.500 litros de precursores químicos y más de 21.000 euros en efectivo.

El 22 de octubre de 2024, un operativo conjunto de la Policía Nacional de España y los Mossos d’Esquadra culminó con la detención de 14 personas vinculadas al Cártel de Sinaloa, entre ellos Pablo “L”, presunto líder de la célula criminal en Cataluña. La operación desmanteló una célula criminal integrada principalmente por ciudadanos mexicanos.

La investigación se originó tras el secuestro y asesinato de un hombre de 46 años, originario de Kosovo, relacionado con un supuesto extravío de metanfetamina líquida enviada desde México.

El 31 de mayo de 2024, la víctima viajó desde Italia a Barcelona para reunirse con líderes de la organización criminal que lo responsabilizaban por la pérdida de un cargamento de droga. Fue emboscado y secuestrado en un restaurante mexicano en Sant Andreu de Llavaneres, administrado por la esposa de Pablo “L”.

Los captores exigieron un rescate de 240 mil euros a su familia, aunque posteriormente aceptaron un pago parcial de 32 mil dólares en criptomonedas para dificultar su rastreo. A pesar de este pago, el hombre fue ejecutado el mismo día de su llegada a Barcelona.

El 2 de junio, los responsables trasladaron el cuerpo en el mismo vehículo de la víctima hasta un bosque en Botarell, Tarragona, donde lo abandonaron. El cadáver fue localizado el 5 de agosto en avanzado estado de descomposición, mientras que el automóvil fue hallado en un depósito municipal.

Después de meses de investigación, las autoridades realizaron cateos simultáneos en cinco domicilios y un restaurante en distintas zonas de Barcelona. En el operativo, además de los arrestos, se desmanteló un laboratorio de extracción de metanfetamina utilizado para procesar drogas impregnadas en ropa enviada desde México.

La célula, integrada principalmente por personas de origen mexicano, utilizaba técnicas como el transporte de drogas impregnadas en textiles y transacciones financieras a través de criptomonedas para financiar sus operaciones y evitar rastros.