Singularísima desde cualquier perspectiva, la obra de Sor Juana Inés de la Cruz es de enorme importancia, especialmente si nacimos en el México actual, que para ella fuera la Nueva España. Su obra es un andamiaje fundamental e insoslayable de la literatura que se ha producido en nuestro país, y en nuestra lengua.
Tenemos en la figura de Juana de Asbaje la oportunidad de acercarnos a una de las obras más importantes, prolíficas, versátiles y lúcidas de todos los tiempos; es también reconocida como una de las dramaturgas más importantes de la creación hispanoamericana del siglo XVII, y su poesía la situó muy pronto entre los grandes clásicos de la lengua española.
La obra de Sor Juana es de importancia capital para comprender la vida de la Nueva España, el contexto que determinaba la vida, la cosmogonía e intelectualidad de su época. Se ha escrito mucho acerca de la vida de Sor Juana, así como se han realizado numerosas cintas que explican cómo vivió. No obstante, cualquier estudio que se haya hecho de ella será siempre pequeño, mínimo, dadas las múltiples vetas que tiene desde muchas perspectivas.
En el conjunto de la obra de Sor Juana, recordemos especialmente su gran poema “Primero sueño”, como un texto único en la literatura universal, no sólo por su longitud, que incluye 975 versos; sobre todo, porque ahonda en las profundidades del conocimiento humano desde un simbolismo que trasciende límites, y que constituye una muestra extraordinaria entre sus creaciones literarias. Este extenso poema es considerado por muchos como el más importante en habla hispana.
Un recorrido por la vida y la obra de Sor Juana tiene el potencial de generar una llama creativa, un impulso poético, una creación inspiradora. Es por ello que su poesía tiene gran fuerza en cualquiera de sus libros, pero especialmente en lo que concierne a este poema complejo y magnífico, que nos permite asomarnos a la vida, obra y contexto de esta formidable poeta.
“Primero sueño” resulta profundamente rico en figuras literarias, recursos, imágenes, e invita a leerlo con calma, a tratar de descifrar y disfrutar sus múltiples sentidos y símbolos, apreciar su musicalidad y los universos que suscita en el propio ejercicio creativo.
Como su nombre lo indica, Sor Juana elige el sueño como tema central de este poema, y por ello hay que recordar que en el siglo XVII también verían la luz importantes obras relacionadas con el mundo onírico, como La vida es sueño, de Calderón de la Barca, que sin embargo aborda el sueño desde una perspectiva más teológica: “Todos sueñan lo que son… ya que estamos / en mundo tan singular, / que el vivir sólo es soñar; / y la experiencia me enseña / que el hombre que vive sueña / lo que es hasta despertar”.
Como sabemos, el sueño también fue tema relevante en la obra de Shakespeare, Cervantes y particularmente para algunos poetas como Novalis. El sueño también fue tema en la obra de Francisco de Quevedo, quien merece mención especial aquí, dada su presencia e influencia en la vida y obra de Sor Juana.
Por supuesto hay muchas interpretaciones acerca de la estructura de “Primero sueño”, como la de Ludwig Pfandl, quien sugiere que “la primera parte del poema correspondería al avance incesante del sueño; la segunda sería una teoría sobre el sueño; la tercera y central, la vivencia del sueño que se ofrece como un afán de conocimiento; la cuarta, el tránsito por el umbral del sueño y la quinta y última, el nacimiento del día”.
Lo que sí tenemos claro, es que este poema está escrito con la estructura de la silva, que surgió, según Karl Vossler, “más que algo métricamente informado, algo informe, un anotar apresurado del tema en bruto: una improvisación (…) una forma poética libre y suelta”.
En el caso de “Primero sueño”, según Pfandl, “ninguna otra forma métrica habría sido más apta que la silva, que corre fluente y libremente sin ligamentos estróficos”. Recordemos que la silva es una combinación métrica, no estrófica, en la que alternan libremente versos heptasílabos y endecasílabos.
Volviendo a las numerosas interpretaciones que se han hecho del poema “Primero sueño”, hay que destacar por supuesto la que se reconoce como una de las más fieles, realizada por Alfonso Méndez Plancarte, quien realizó un acucioso trabajo de depuración de este poema que ahonda en las profundidades del conocimiento humano desde un simbolismo que trasciende límites.
Por supuesto, “Primero sueño” está hilvanado con otros textos excepcionales incluidos en el “Segundo volumen” de las obras de Sor Juana, que a su vez está engranado con su primera obra, Inundación castálida, y con el tercer y último volumen de las obras completas, que es Fama y obras póstumas.
En la visión en conjunto de toda esta obra de Sor Juana, resalta la importancia no sólo de la poesía, pues es importante enfatizar que, además de la vena poética, tiene gran fuerza también su vena dramaturga, con obras como “Los empeños de una casa”, así como una obra prosística vasta y muy valiosa también, con textos como la “Carta Atenagórica” y la “Respuesta a sor Filotea de la Cruz”.
Los grandes textos que conforman la obra de Sor Juana han sobrevivido a una polémica que enfrentaría la poeta desde la publicación de Inundación castálida por primera vez —en 1689, en Madrid—, hasta el 17 de abril de 1695 —día en que murió a consecuencia de una epidemia—; y en este proceso, sus creaciones han sido objeto de una prolífica cauda de reediciones a través de los siglos, sumando relevancia y asombro hasta nuestros días.
Hoy le rendimos homenaje.
SEMBLANZA:
* María Vázquez Valdez. Poeta, editora, periodista y traductora mexicana. Autora de once libros publicados, entre los cuales se encuentran los poemarios Caldero, Estancias, Kawsay, la llama de la selva, y Geómetra. También es autora de Voces desdobladas / Unfolded voices (libro bilingüe de entrevistas a mujeres poetas de México y Estados Unidos, 2004), Estaciones del albatros (ensayos, 2008), y de cinco libros para niños y jóvenes.
Doctora en Teoría Crítica, maestra en Diseño y Producción Editorial, y licenciada en Periodismo y Comunicación. Ha traducido varios libros del inglés al español, y ha recibido becas y apoyos del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), del Fideicomiso para la Cultura México-Estados Unidos y de la Secretaría de Cultura de México.
En distintas etapas, colaboradora en diversos medios, entre ellos las revistas Mira y Memoria de la CDMX; los periódicos Tiempo (San Cristóbal de las Casas), El Nuevo Mexicano (Santa Fe, Nuevo México), La Opinión (Los Ángeles, California), y el colectivo Bedröhte Volker, de Viena, Austria.
Ha sido parte del equipo editorial de la Academia Mexicana de la Lengua, y de diversos medios, entre ellos la revista GMPX de Greenpeace y la Editorial Santillana. Fue jefa de publicaciones de la Unión de Universidades de América Latina (udual), cofundadora y directora editorial de la revista Arcilla Roja, miembro del consejo editorial de la revista de poesía Alforja desde su fundación, y directora de la Biblioteca Legislativa y de la Biblioteca General del H. Congreso de la Unión.