El rumbo del PAN se definirá este domingo. Después de seis años al frente de la dirigencia de este partido, Marko Cortés Mendoza deja un período al que sus principales críticos califican como la peor administración, debido a los “fracasos” acumulados en los procesos electorales más recientes y a la disminución de la presencia y la afiliación de la sociedad mexicana con su ideología frente al oficialismo. Para buscar un cambio, los militantes podrán elegir entre dos perfiles.
Este domingo 10 de noviembre se definirá quién ocupará la dirigencia nacional del PAN para el periodo 2024-2027, y los militantes podrán votar por Adriana Dávila o Jorge Romero, ambos con una amplia trayectoria y una estrecha relación con las cúpulas del partido blanquiazul, que ha quedado marcado por la presidencia de Felipe Calderón y su declaración de guerra contra el crimen organizado.
Durante esta campaña, ambos candidatos tuvieron la oportunidad de presentar su visión y sus propuestas para fortalecer al PAN, incluso mediante los debates públicos que se organizaron.
Ambos han negado que planeen cambiar la esencia de Acción Nacional; sin embargo, consideran que es necesario reforzar los vínculos y las estrategias para conectar con la ciudadanía e incluir a las nuevas generaciones con el fin de ofrecer alternativas para el bien común de la sociedad.
Para lograr esto, Jorge Romero propuso que los trámites de afiliación al partido sean más ágiles y accesibles para cualquier persona, por lo que considera necesario eliminar la burocracia.
Por su parte, Adriana Dávila propuso reformas al interior del partido con el objetivo de responder a los desafíos políticos y sociales que enfrenta el país. En este sentido, subrayó la necesidad de que los miembros de la dirigencia nacional no ocupen cargos públicos, como parte de su crítica hacia Romero, quien es diputado federal con licencia.
Otra de las ideas en las que ambos coinciden es en dejar de lado la alianza con otros partidos políticos, que aparentemente no les ha traído beneficios, sino que ha sido vista como una incongruencia, ya que durante muchos años Acción Nacional se definió como un adversario del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En las elecciones más recientes, después de que el expresidente Andrés Manuel López Obrador venciera a los partidos opositores en las urnas en 2018, el PAN y el PRI formaron una alianza con el fin de sumar fuerzas y votos. Sin embargo, esta estrategia no ha resultado del todo exitosa, ya que ambos partidos han sufrido más derrotas que victorias frente a Morena y sus aliados.
La pausa que proponen ambos candidatos en la relación del PAN con el PRI será exclusivamente electoral. Es decir, en el Congreso de la Unión, ambos partidos continuarán formando parte del bloque opositor para intentar frenar las reformas que podrían perjudicar al país.
Los más de 300 mil militantes del PAN fueron convocados para participar en las votaciones de este domingo, que se realizará entre las 10:00 y 17:00 horas en diferentes puntos para emitir su sufragio y decidir por el futuro del partido.