Podría ser la primera vez que el Partido Acción Nacional (PAN) sea presidido por una mujer. Este domingo, miles de militantes fueron convocados para votar y elegir a su candidato o candidata favorita, quien se encargará de crear una estrategia para revertir los resultados negativos de la institución política y comenzar a ganar simpatías entre la ciudadanía.
Los militantes podrán escoger entre Adriana Dávila y Jorge Romero, ambos con una larga trayectoria al interior del PAN. Sin embargo, solo uno de ellos podrá intentar revertir el declive que atraviesa el partido desde el gobierno del expresidente Felipe Calderón (2006-2012).
Mientras la elección avanza, surgen dudas sobre lo que rodea a los candidatos para liderar el “nuevo” PAN, así como sobre lo que ganará el próximo líder o lideresa de Acción Nacional.
El último reporte de transparencia del PAN, publicado en el portal oficial del PAN con corte al 30 de junio de 2022, revela que Marko Cortés recibió una remuneración neta mensual de 108,440 pesos, además de 17,768 pesos mensuales en prestaciones. En total, el dirigente nacional del PAN recibía 156,571 pesos mensuales después de impuestos.
Cortés Mendoza asumió su cargo como senador por el PAN, lo que elevó su remuneración a poco más de 228 mil pesos, al sumar el pago que recibe como legislador y como dirigente del partido, sin considerar las prestaciones.
Mientras estos datos no sean actualizados, es probable que el próximo líder o lideresa del PAN tenga una remuneración similar. Cabe señalar que Jorge Romero fue electo como diputado federal, por lo que, en caso de retomar sus actividades legislativas, sus ingresos se duplicarían, alcanzando o superando los 250,000 pesos mensuales.
Propuestas de Adriana Dávila y Jorge Romero
La visión de los candidatos presenta ciertas similitudes, principalmente debido a la situación del PAN, que ha perdido presencia a nivel municipal y estatal. Esto se ha reflejado en los resultados electorales y en el número de militantes que se han sumado a la organización.
También se debe considerar que desde el gobierno federal se han señalado contradicciones y se ha desprestigiado la imagen del PAN debido a los gobiernos anteriores. Sin embargo, esto no ha sido motivo para que ninguno de los candidatos ofrezca cambiar la esencia de Acción Nacional; ambos proponen reforzar los vínculos y las estrategias para conectar con la ciudadanía e incluir a las nuevas generaciones.
En el mismo sentido, ambos coinciden en la necesidad de dejar de lado la alianza con otros partidos políticos, la cual, aparentemente, no les ha traído beneficios. De hecho, ha sido vista como una incongruencia, ya que, durante muchos años, el PAN se definió como un adversario del Partido Revolucionario Institucional (PRI).