El nuevo espectáculo del Cirque Du Soleil “Kurios: Gabinete de curiosidades” ya está en México para ofrecer al público una experiencia mágica y alucinante con un elenco de 50 artistas procedentes de 22 países.
La Gran Carpa Santa Fe se ha convertido en un gigantesco gabinete en donde habitan las ideas más locas y sueños grandiosos con personajes místicos y extravagantes, quienes a través del humor buscan despertar la imaginación.
El maestro de la casa es el Buscador, quien será testigo de cómo todas las curiosidades que están guardadas cobran vida frente a él en un escenario que hace referencia al inicio de la revolución industrial en el siglo XIX.
“Es como si Julio Verne se encontrara con Thomas Edison en una realidad alternativa, fuera de tiempo”, explicó el escenógrafo Stéphane Roy.
Este show, es el número 35 que produce Cirque du Soleil, se inspira en las colecciones de reliquias históricas, obras de arte y artefactos de viaje que solían tener los miembros de la clase comerciante y los primeros pioneros de la ciencia.
A lo largo de la presentación, que incluye un intermedio, cuenta con dos estructuras que exploran tanto el sonido como la electricidad, pero siempre explorando los límites de la imaginación.
Estos actos tiene el espectáculo “Kurios: gabinete de curiosidades”
Este espectáculo circense incluye diferentes tipos de actos que mantendrá al público al borde del asiento.
Uno de los primeros números es cuando una locomotora llegó a la estación del tren y dejó a un grupo de pasajeros, incluidos acróbatas, malabaristas, percusionistas y bailarines, quienes crean un ambiente festivo.
Al poco rato un dúo de acróbatas hacen sorprendentes vueltas en el aire, se trata de una muñeca con cara de porcelana y un hombre fuerte que salieron de una caja musical; ambos suben a un aparato de 13.1 pies de altura en donde realizan saltos mortales cada vez más complicados.
Otro momento es cuando otro artista salta a una bicicleta suspendida en el aire y se cuelga en diferentes posiciones, pero únicamente sosteniéndose del manubrio y por la llanta, con el pie o brazo.
Los anfitriones de repente interactúan con el público e incluso invitan a gente al escenario como en cuando un hombre trató de seducir a una asistente.
Algo curioso fue el circo miniatura con artistas invisibles dirigido por un maestro de ceremonias. Aquí los artistas hicieron clavados desde las alturas, montaron un monociclo sobre una cuerda floja, pero lo curioso es que quien ejecuta esto no se ve, por lo que los efectos visuales y de sonido se ganaron el aplauso del público.
A continuación cuatro mujeres dieron vida a anguilas eléctricas quienes lucieron su talento en la contorsión creando pirámides y figuras; en otro momento un invitado apiló varias sillas hasta que alcanzó un candelabro.
Un grupo de personas descubrieron un mundo paralelo realizando sus mismas acciones en una cena, pero de cabeza, en el techo. Minutos después un aviador se balanceó en una estructura llena de cilindros
También hubo un acto circense, pero realizado únicamente con los dedos y un grupo de 13 artistas hicieron secuencias sincronizadas.