Durante una reciente entrevista en el programa Jimmy Kimmel Live, la actriz mexicana Salma Hayek compartió una curiosa preferencia lingüística: cuando se trata de expresar enojo o utilizar palabras altisonantes, prefiere hacerlo en español.
Según la actriz y prodcutora veracruzana de ascendencia libanesa, el español ofrece una mayor riqueza y creatividad para desahogarse en momentos de frustración, en comparación con el inglés.
En la entrevista, Hayek también aprovechó para hablar sobre su más reciente proyecto, una nueva adaptación de la obra Como agua para chocolate, de la escritora Laura Esquivel, que se ha lanzado en la plataforma de MAX.
Esta producción, protagonizada por actores mexicanos y filmada en México, es una reinvención de la famosa novela que ha sido llevada al cine y al teatro en varias ocasiones.
Durante la conversación con Jimmy Kimmel, el presentador indagó sobre la cultura mexicana y la nacionalidad de Hayek, preguntándole específicamente sobre el idioma que utiliza para maldecir.
La actriz de Del crepúsculo al amanecer explicó que en México, los insultos son más elaborados y permiten explorar más profundamente las emociones, describiéndolos como “explosivos” en comparación con los más simples en inglés.
Hayek, conocida por su papel en diversas películas hollywoodenses, destacó que el español es su idioma favorito para maldecir debido a la riqueza y longitud de las palabras, lo que le permite explorar su rabia de manera más efectiva.
“Es fantástico”, comentó, refiriéndose a la capacidad del idioma para expresar sentimientos complejos.
“Mi idioma favorito para maldecir, debe ser definitivamente el español. Varias de ellas (groserías) tienen un tipo de ricura, son tan buenas cuando necesitas desahogarte, son largos y más elaborados. Aquí (en Estados Unidos) es muy simple, allá (México) es como ‘explosivo’. Tienes más tiempo de explorar tu rabia”, dijo Salma Hayek.
La actriz, que ha tenido una exitosa carrera también como productora y empresaria, no sólo habló de su trabajo en la actuación, sino que también compartió aspectos personales de su vida, mostrando una faceta más íntima al discutir sus preferencias lingüísticas y culturales.
Esta revelación añade una capa más a su identidad como una figura que navega entre dos culturas, la mexicana y la estadounidense.
En otro tema, hace unos días la reconocida actriz declaró al Wall Street Journal que, aunque está casada con un hombre acaudalado, prefiere generar su propia fortuna.
“Me mantengo en muchos aspectos de mi vida y de mí misma. Tengo la presión de ganar una cierta cantidad de dinero, y me gusta. Y ahora, lo he decidido, quiero ganar más”.