Mucho se escucha hablar de la cúrcuma en la actualidad y no es para menos ya que es una de las especies a las que se le atribuyen más propiedades medicinales al rededor del mundo gracias a sus compuestos activos.
En sentido, incluir cúrcuma en la dieta diaria puede ser beneficioso debido a su contenido de curcumina, un compuesto con propiedades antiinflamatorias y antioxidante que son útiles para prevenir enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares y artritis.
Además, sus propiedades antioxidantes ayudan a combatir el daño de los radicales libres, contribuyendo a proteger las células del estrés oxidativo. Algunos estudios sugieren que la cúrcuma también podría mejorar la salud cerebral e incluso ayudar a reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
Al ser una especia versátil, es fácil de incorporar en diversas recetas, haciendo que su inclusión en la dieta sea sencilla y sabrosa; sin embargo, es importante tomar en cuenta ciertas consideraciones que faciliten la absorción de sus compuestos pues de otra manera no tendrá los efectos deseados.
Cómo consumir cúrcuma para mejorar su absorción
Como mencionamos, la cúrcuma, conocida por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, contiene curcumina, su principal compuesto activo. Sin embargo, la curcumina tiene una baja biodisponibilidad, lo que significa que se absorbe de manera limitada en el cuerpo. Para mejorar su absorción, se pueden emplear varias estrategias:
- Pimienta negra: Combinar cúrcuma con pimienta negra es una de las maneras más efectivas de mejorar la absorción de la curcumina. La pimienta negra contiene piperina, un compuesto que puede aumentar la biodisponibilidad de la curcumina hasta en un 2000%. Agregar una pizca de pimienta negra al consumir cúrcuma puede marcar una gran diferencia.
- Grasas saludables: La curcumina es soluble en grasa, lo que significa que se absorbe mejor en presencia de grasas. Consumir cúrcuma con alimentos que contengan grasas saludables, como aceite de oliva, aceite de coco, aguacate o frutas secas, puede ayudar a mejorar su absorción.
- Calentamiento: Cocinar la cúrcuma ligeramente puede también facilitar la absorción de la curcumina. Añadir cúrcuma a guisos, sopas o al té mientras se cocina es una manera práctica de integrarla a la dieta.
- Suplementos con tecnología de absorción mejorada: Existen suplementos de cúrcuma que han sido formulados específicamente para mejorar la absorción, utilizando tecnologías como la curcumina fitosómica o emulsionantes que facilitan su ingreso al torrente sanguíneo.
Al implementar estas prácticas, es posible mejorar significativamente la absorción de la cúrcuma en el organismo, maximizando sus beneficios para la salud.
Cómo incluir cúrcuma en la alimentación para obtener sus beneficios
Además de seguir los consejos anteriores, aquí tienes unas ideas de como incluir cúrcuma en tu alimentación para aprovechar sus beneficios para la salud:
- Condimento en comidas: Añade cúrcuma en polvo a sopas, guisos, curris y arroces para darles color y sabor. Es especialmente popular en platos de la cocina india y del sudeste asiático.
- Bebidas: Prepara “leche dorada” mezclando cúrcuma con leche caliente (puede ser vegetal), una pizca de pimienta negra, un poco de miel y canela. También puedes añadir cúrcuma a batidos o infusiones.
- Aderezos y salsas: Incorpora cúrcuma a aderezos para ensaladas, mayonesas o salsas para darle un toque especial.
- Horneados: Agrega un poco de cúrcuma a masas para panes o galletas, combinándola con otras especias.
- Marinados y aliños: Usa cúrcuma en mezclas de especias para marinar carnes, pescados o verduras antes de asar o freír.
- Suplementos: Si prefieres no usarla en la cocina, existen suplementos de cúrcuma disponibles en cápsulas que pueden ser tomados como parte de un régimen de salud, siempre bajo la orientación de un profesional de la salud.
Al integrarla de estas maneras, puedes disfrutar de los beneficios potenciales de la cúrcuma de una forma conveniente y deliciosa. Como siempre, es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en la dieta o comenzar a tomar suplementos.