Una casa incendiada, un puente vehicular, un automóvil y una camioneta fueron los lugares en donde las autoridades encontraron los cuerpos de 25 personas en el estado de Guerrero. Los cuatro episodios violentos, con más de dos decenas de víctimas mortales, ocurrieron en el transcurso de cuatro días.
La entidad gobernada por Evelyn Salgado inició la semana con el ataque directo a una familia en el poblado de Tres Palos, en Acapulco. Poco antes de las seis de la mañana del 4 de noviembre, un grupo de hombres armados ingresó violentamente al domicilio de las víctimas, disparó contra ellas y, al huir, le prendieron fuego a la vivienda y a dos vehículos que estaban estacionados afuera.
Cuando trabajadores de Protección Civil acudieron para controlar las llamas, encontraron a las siete personas agredidas en el suelo, junto a una mesa. Cinco murieron en el lugar: Elia “V” (de 70 años de edad), Adolfina “V” (70 años), Adriana “T”, Rigoberto “B” y Mauro “B”. Uno más, Dylan de 22 años, falleció esa misma tarde a causa de los disparos recibidos. La séptima víctima, una menor de edad, quedó herida.
Dos días después, el 6 de noviembre, automovilistas alertaron a las autoridades por la presencia de cuatro cuerpos humanos sobre la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo, en el puente ubicado a la altura de Coyuca de Benítez.
Tres hombres y una mujer, cuyas identidades se mantienen desconocidas, fueron ejecutados y abandonados en la vía pública durante la madrugada. Las víctimas estaban maniatadas y presentaban huellas de violencia. Junto a los cuerpos, agentes de la Policía Municipal ubicaron varias cartulinas con mensajes amenazantes, los cuales estaban firmados por el grupo Gente Nueva de Guerrero (GNG), la organización criminal que el pasado 24 de octubre encabezó una agresiva incursión armada en Tecpan de Galeana.
La noche del mismo 6 de noviembre, un reporte anónimo advirtió a las fuerzas de seguridad por la presencia de una camioneta en el Bulevar Vicente Guerrero, en Chilpancingo, de la cual emanaban olores fétidos.
Tras una primera inspección, elementos de la Policía Investigadora Criminal y de la Fiscalía General del Estado (FGE) corroboraron que la camioneta Ford color blanco tenía, en la parte de la batea, restos humanos en estado de descomposición. Posteriormente, la mañana del 7 de noviembre, la Fiscalía especificó que en el vehículo habían sido abandonados los cuerpos mutilados de 11 personas: dos mujeres, siete hombres y dos menores de edad.
Antes de que la dependencia estatal brindara dicho informe, se dio a conocer el hallazgo de otra brutal escena en pleno centro de Acapulco. Vecinos de la zona detectaron que, al interior de un automóvil, estaban los cuerpos de cuatro personas con las manos atadas y con huellas de tortura.
Hasta el mediodía del 7 de noviembre, ninguna autoridad ha anunciado detenciones relacionadas con estos casos, por lo que se desconocen las identidades de quienes estarían detrás de los crímenes que, una vez más, han evidenciado el ambiente de inseguridad que mantiene en vilo al estado de Guerrero.