La flor de cempasúchil es uno de los elementos más importantes de la ofrenda del Día de Muertos, pero ¿qué hacer con ella una vez que terminan las celebraciones del 1 y 2 de noviembre?
Originaria de México, la flor era utilizada por los mexicas en los altares, ofrendas y entierros en honor a sus muertos debido a que asimilaban el color amarillo con el sol.
En la actualidad, la tradición marca hacer senderos desde el camino principal hasta el altar de la casa, con la finalidad de guiar a las almas hacia los altares.
Una vez concluida esta función las flores pueden tener otros usos, que contribuyen al cuidado de la naturaleza, así lo dio a conocer a través de su cuenta de X (@delfinagomeza) Delfina Gómez, gobernadora del Estado de México (Edomex).
“Con “ElPoderDeServir, comparto algunas ideas para hacer de nuestras ofrendas un reflejo de amor a nuestros seres queridos y a la naturaleza. Con pequeñas acciones, cuidamos el planeta”.
1. Preparar un insecticida
El cempasúchil es conocido por su capacidad para repeler ciertos insectos, por lo que se pueden esparcir las flores secas en el jardín para este propósito.
Para preparar un insecticida a base de la flor es necesario contar con los siguientes ingredientes:
- 1 kg de hojas y tallos de cempasúchil
- 1 litro de agua
Posteriormente, se deberán poner en práctica estos pasos:
- Macerar un kilo de hojas y tallos.
- Agregar un litro de agua.
- Fermentar un día.
- Agregar un litro de agua y fumigar.
2. Aprovechar su color para teñir
- Quitar los pétalos y colocarlos en un periódico.
- Una vez secos utilizarlos para teñir objetos o prendas.
3. Reutilizarlos para el siguiente año
- Guardar en una bolsa resellable los pétalos de las flores para conservar su olor.
4. Abono natural
Las flores se pueden descomponer y utilizar como abono orgánico en jardines y macetas, contribuyendo a enriquecer el suelo.
En México se estima que existen 35 especies de la flor, de las 58 referidas para América, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera.
Únicamente florece después de la época de lluvias, por lo que los estados de Guanajuato, Hidalgo, Michoacán y Estado de México cuentan con las mejores condiciones de suelo y clima para su producción.
En 2019, Puebla ocupó el primer lugar en la producción de esta flor, cuyo nombre proviene del náhuatl “Cempohualxochitl” que significa “veinte flores” o " varias flores”. En ese año la producción superó las 14 mil 900 toneladas.