¿Dejas la cama destendida? esto es lo bueno y lo malo según la Psicología

Una simple acción como tender o no tu cama puede dar señales de tu personalidad, algunas pueden ser mejores de lo que piensas

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Descubre los aspectos de ti
Descubre los aspectos de ti que revela no tender tu cama. (Freepik)

Hay algunas actividades y hábitos de nuestra rutina a los que no prestamos mucha atención y pueden demostrar algunos aspectos ocultos sobre nosotros, un claro ejemplo es el de tender tu cama después de levantarte y antes de cualquier otra actividad durante el día.

Aunque pareciera una actividad poco trascendente, el hábito de tender o no tu cama está ampliamente relacionado con la psicología del orden, según información publicada en el sitio de psicólogos online, Psiquión.

El acto de no hacer la cama al levantarse podría estar relacionado con una falta de motivación o con la percepción de que ciertas tareas son menos prioritarias. Este comportamiento puede ser un reflejo de cómo las personas manejan otras obligaciones diarias, sugiriendo una posible dificultad para organizarse o priorizar actividades.

Las interpretaciones de no tender la cama

Descubre los aspectos de ti
Descubre los aspectos de ti que revela no tender tu cama. (Freepik)

Sin embargo, no hay una respuesta única, pues una acción como esa, puede ser el resultado de diferentes percepciones como en los siguientes ejemplos:

Sentimiento de control: para muchos, dejar la cama sin hacer puede ser una forma de afirmar el control sobre el propio entorno, es decir, perciben su habitación como suya y saben que no tender la cama no tendrá consecuencias graves.

Expresión de la personalidad: Hasta cierto punto, el desorden es una característica de las mentes creativas, pues es una señal de que prefieren la variedad en su entorno y no repetir una misma estética.

Conciencia de las prioridades: Es común que el hecho de no tender la cama está estrechamente relacionada con el tiempo disponible, ya que en las mañanas 5 o 10 minutos pueden hacer la diferencia entre llegar a tiempo o tarde al trabajo o escuela, por lo que tomar la decisión de no hacerlo puede ser premeditada y una vía para ganar tiempo.

La primera gran acción del día

Un militar y escritor estadounidense
Un militar y escritor estadounidense desarrolló una teoría sobre los beneficios de tender tu cama. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El comandante del Conjunto de Operaciones Especiales del Ejército de Estados Unidos, William H. McRaven, inmortalizó en 2017 la frase “tender tu cama es la primera gran acción del día” en su libro titulado “Tiende tu cama y otros pequeños hábitos que cambiarán tu vida”.

El comandante explora la teoría de que tender tu cama en la mañana te prepara para el éxito ya que hacerlo te hace sentir que ya lograste al menos una cosa en el día, y como consecuencia te motiva a tener más éxito durante el día.

Además, la acción impacta significativamente en tu autoestima, por lo mejorará tu humor de cara a las siguientes actividades del día, y que al llegar nuevamente a tu habitación puedas sentir un sentimiento de tranquilidad al observar tu cama lista para recibirte y finalizar una jornada productiva para iniciar otra.

Las ventajas de no tender tu cama

Aunque pudiera parecer contradictorio, irte sin acomodar tu cama también puede ser beneficioso, y es que mientras el hábito de tender la cama trae consigo muchas ventajas desde el punto de vista psicológico, no hacerlo trae beneficios prácticos.

El doctor Karan Raj del Servicio de Salud Nacional de Reino Unido publicó un video en sus redes sociales Tiktok y YouTube donde explica la importancia de dejar que tus sábanas y almohadas se ventilen y reciban la luz del sol.

“Hacer tu cama por la mañana inmediatamente al despertar atrapa los ácaros del polvo que se han acumulado durante la noche. Estos depredadores microscópicos miden menos de un milímetro de largo y se alimentan de las escamas de la piel humana y prosperan en ambientes húmedos” comentó el doctor.

La sugerencia del doctor Raj es dejar la cama sin tender unas horas por la mañana, y en caso de no tener tiempo, dejar tus sábanas y almohadas ventilarse al menos 3 veces durante la semana.

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