Un temblor de 4.0 de magnitud fue registrado en las cercanías de Huixtla a las 20:49 hora del centro (2:49 UTC) del 3 de noviembre, informó el Servicio Sismológico Nacional (SSN).
Información preliminar señala que el epicentro del sismo fue a 18 km al sureste de la ciudad del estado de Chiapas y tuvo una profundidad de 109.1 km.
Ante una actividad sísmica importante, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred)recomienda no caer en rumores, ni noticias falsas y solo informarse en fuentes oficiales, como las autoridades de Protección Civil, tanto locales y estatales, así como federales.
Tras un terremoto, revisa tu hogar en búsqueda de posibles daños, utiliza tu celular solo en emergencia, no prendas cerillos o velas hasta asegurarte que no hay alguna fuga de gas y recuerda que se pueden presentar réplicas del sismo, por lo que es importante estar alerta.
También puedes seguir las siguientes medidas antes de un sismo: prepara un plan de protección civil, organiza simulacros de evacuación, identifica zonas de seguridad en casa, escuela o lugar de trabajo y alista una mochila de emergencia.
Durante un temblor conserva la calma y ubícate en runa zona de seguridad, aléjate de objetos que puedan caer; si estás en un vehículo, estaciónate y aléjate de edificios, árboles y postes; y si te encuentras en la costa, aléjate de la playa y refúgiate en zonas altas.
Actividad sísmica en México
México se encuentra en una zona de alta actividad geológica, que lo expone al riesgo constante de sufrir terremotos. Prueba de lo anterior fueron los sismos de 1985 y 2017, que causaron grandes daños, sin embargo, no han sido los de mayor magnitud en la historia del país, pese a ser de los más presentes en la memoria tanto de nacionales como de extranjeros.
Durante la época colonia sucedió el terremoto más fuerte registrado en la historia de lo que hoy es México. Ocurrió el 28 de marzo de 1787, su epicentro fue en Oaxaca, tuvo una magnitud de 8.6. El movimiento fue tan violento que hizo no solo que la tierra se estremeciera, además, provocó un tsunami que llegó 6 kilómetros tierra adentro.
En año 2009, el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) llevó a cabo un estudio para investigar más a profundidad los hechos de 1787. Entonces se sugirió que un evento con una fuerza superior a los 8.6 grados pueden ocurrir próximamente. Se cree que el epicentro se ubicará en la región comprendida entre las costas mexicanas y centroamericanas. Cabe destacar que la zona, conocida como la Brecha de Guerrero, cuenta con antedecentes geológicos que sostienen dicha hipótesis.
Sin embargo, una magnitud menor en un evento sísmico no se traduce necesariamente en una afectación menor en edificios e infraestructura. Así, en 1985 y 2017, los habitantes de la capital, Ciudad de México, debieron enfrentar la devastación producto de dos terremotos que se transformaron en un parte aguas en sus vidas.
El del 19 de septiembre de 1985 ocurrió a las 7:19 horas locales (13:19 UTC) con una magnitud de 8.2 y con epicentro en el estado de Guerrero. Desde ese terremoto muchos pensaron que algo así no se repetiría. Pero ocurrió de nuevo 32 años exactos después.
El de 2017 se dio entre los estados de Puebla y Morelos a las 13:14 hora del centro (18:30 UTC). El saldo de víctimas humanas alcanzó las 369 muertes.