Mauricio Castillo ha revelado detalles sobre su lucha contra las adicciones, un tema que ha impactado profundamente su vida personal y profesional.
En una entrevista reciente con Yordi Rosado en su canal de YouTube, el conocido actor y conductor mexicano compartió cómo sus problemas con el alcohol y la cocaína comenzaron a afectar su carrera y su familia.
Mauricio compartió cómo sus problemas se intensificaron durante su participación en el programa Miembros al aire, donde se convirtió en un adicto funcional, consumiendo sustancias para poder cumplir con sus actividades diarias.
En julio pasado, se informó que Castillo fue despedido de Multimedios y Televisa debido a su ausencia en el programa del que era titular y por causar problemas en las grabaciones de Me caigo de risa.
Aunque en su momento se especuló sobre su ingreso a un centro de rehabilitación, fue hasta ahora que Castillo reconoció públicamente sus problemas de adicción. Durante la entrevista, recordó que sus problemas comenzaron cuando su carrera despegó, poco después de finalizar su participación en Otro rollo.
“En Monterrey he tenido mi mejor público, y a veces en el avión, con esta ansiedad de los aviones, tomaba (…) llegaba a Monterrey con cuatro o cinco tequilas encima, en un viaje de una hora, llegaba bastante bien servido y si era en la mañana, llegaba yo a un restaurante a seguir bebiendo”, recordó Castillo.
El actor confesó que sus adicciones le llevaron a separarse de su esposa hace cuatro años, debido a las situaciones difíciles que hizo vivir a su familia.
Fueron sus hijos quienes primero se dieron cuenta de sus problemas, llegando a recogerlo en varias ocasiones tras episodios de consumo excesivo.
En un momento crítico, Castillo se quedó encerrado en su oficina durante tres días, consumiendo alcohol y cocaína, hasta que sus hijos lo encontraron.
“Yo consumía cocaína y alcohol (..) la primera vez que consumí cocaína fue hace muchísimos años y no me enganche, pero la volví a consumir cuando estuve en el programa, la retomé, pero la cocaína no fue un problema de adicción tan grande como el alcohol, el alcohol me creó un problema de dependencia (..:) con la cocaína funcioné muy bien”.
Afirmó que sus adicciones se manifestaron a sus más de 60 años: “tengo entre siete y ocho años con mis adicciones (…) llegué a ser agresivo, en la mayoría de los casos me iba a negros”.
El actor también relató un episodio en el que sus vecinos lo encontraron inconsciente y golpeado en la calle, un evento que él no recuerda y que marcó un punto de inflexión en su vida.
“Hubo varios eventos donde me tuvieron que ir a recoger, un día me quedé encerrado tres días en la oficina, tomando y consumiendo coca y mis hijos me fueron a recoger”, recordó.
Fue después de este incidente que decidió buscar ayuda, contactando a su expareja para ingresar a un centro de rehabilitación. Actualmente, Castillo lleva tres meses sin consumir alcohol y continúa en su proceso de recuperación.
La entrevista con Rosado también reveló que Castillo solía consumir alcohol desde la mañana, incluso antes de las grabaciones de Me caigo de risa, lo que eventualmente llevó a su despido de Canal 6 tras llegar borracho al noticiero en dos ocasiones.
“El problema fue cuando empecé a tomar desde la mañana (...) me habían corrido de Canal 6, porque tuve dos episodios donde llegué borracho al noticiero”.
Mientras grababa Me caigo de risa un compañero pidió ayuda para que lo interceptara gente de la producción: “estaba a punto de subirme a mi moto, me iba a dar en la madre, me salvaron la vida”.
A pesar de estos desafíos, Castillo expresó su gratitud hacia su expareja, quien lo apoyó durante su ingreso a la clínica de rehabilitación.
“Le dije ‘no puedo más’, me fue a sentar a mi cama y me dijo ‘vas a entrar a una clínica, ya está todo arreglado’ (...) yo lo acepté en ese momento. Tenía la presión muy alta, me podía dar una congestión, un infarto (....) todo el tiempo me quedé con Marisa (su exesposa), me estuvo checando cada dos horas”.