La polémica captura de “El Mayo” Zambada que ocurrió en un aeropuerto fronterizo de Estados Unidos, ha generado diversas interrogantes en torno a la información del vuelo en el que viajó junto a Joaquín Guzmán López el 25 de julio.
En un primer momento se informó que el avión había despegado del estado de Sonora y que se trataba de un modelo tipo Cessna 205 con matrícula N8454Z; aparentemente el piloto era de nacionalidad estadounidense. Días después se dio a conocer que la aeronave no era una Cessna sino una Beechcraft King Air, supuestamente propiedad de “El Chapo” Guzmán.
En octubre, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) notificó el decomiso de la aeronave, y reveló que estaba valuada en al menos 650 mil dólares, lo equivalente a 12 millones 656 mil 215 pesos.
Sin embargo, hasta ahora no se han revelado datos oficiales sobre el piloto y el vehículo que ingresó al territorio estadounidense con los dos narcotraficantes del Cártel de Sinaloa a bordo. Es por ello que hace unos días, el titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, destacó la falta de respuestas del Gobierno de Estados Unidos para brindar el informe correspondiente.
El fiscal aseguró que tanto el ingreso del avión como el del piloto debieron cumplir con una serie de requisitos obligatorios.
“Eso es lo que les estamos pidiendo, que nos digan ¿por qué llegó en un avión clonado? ¿por qué no fue detenido el piloto en esas condiciones? porque no hay un protocolo que nos diga cómo entró”, declaró.
No obstante, las recientes revelaciones del periodista Luis Chaparro para un reportaje de la Revista Proceso, indican que la aeronave pertenece a la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos (HSI, por sus siglas en inglés), agencia con la que colaboraron “El Chapo” Guzmán y su hijo Joaquín para la captura de Ismael “El Mayo” Zambada.
Las fuentes del gobierno federal estadounidense que le brindaron detalles al periodista, señalaron que la HSI se encargó de operar al piloto, la aeronave y los permisos para ingresar al país norteamericano. Además, de acuerdo con el extitular de la HSI, Óscar Hagelsie, este tipo de aviones llamados covert, en español, “encubiertos”, no cuentan con registros, ya que éstos se encargan de realizarlos empresas encubiertas.
“Son aviones que por más que le busques no va a salir su registro original, son de la HSI”, declaró Hagelsie.