Los animales salvajes dentro de sus hábitats naturales deben enfrentarse a una serie de adversidades como lo son cambios de clima, la familia o la orfandad. Todos estos factores pueden generar traumas según estudios realizados por especialistas en comportamiento animal.
The Conversation, publicó un artículo en el que científicos Estadounidenses afirmaron que así como los humanos, los animales salvajes pueden presentar afectaciones en su comportamiento por las experiencias negativas vividas, lo cual fue evaluado por medio de un índice de adversidad acumulativo (registro para predecir riesgos a la salud mental de los sujetos de estudio, en este caso animales).
Con este índice, los científicos obtuvieron información sobre la supervivencia y longevidad de un animal en particular: la marmota de vientre amarillo, especie que habita las cordilleras montañosas del suroeste de Canadá y oeste de Estados Unidos.
El caso de las marmotas de vientre amarillo
Al ser animales que tienen periodos de hibernación, los científicos estudiaron una colonia durante los meses de actividad (que van de abril a septiembre). En un inicio se contabilizaron 200 marmotas en una sola colonia, para distinguirlas se les colocó un símbolo distintivo en el lomo y un número exclusivo en las orejas.
El estudio se enfocó en las hembras de la especie pero, en lo general, se detalló que pueden vivir hasta 15 años, su adversidad más presente es la relacionada con el cambio climático -en especial la llegada de una primavera tardía y la sequía- además de la alta presencia de depredadores como lobos, coyotes, zorros, búhos, águilas, osos, serpientes y comadrejas.
Otra de las dificultades que presenta son las medidas parentales como la camada que tiene una madre con bajo peso o en un estado de estrés, haber sido destetado tarde, haber perdido a la madre, haber pertenecido a una camada grande y tener muchos hermanos varones, según la investigación narrada en The Conversation.
La pérdida de la madre es la consecuencia negativa duradera de esta especie y la que conlleva a presentar traumas del tipo psicológico, según la investigación.
La injerencia de los sitios de conservación
La comunidad científica busca ampliar la información y enfocarse en diferentes especies para tener una mayor comprensión de los animales y los factores que los pueden llevar a situaciones de estrés.
“Por ejemplo,” menciona el artículo de The Conversation, “un índice como el nuestro podría ayudar a identificar poblaciones en riesgo que requieren una acción de conservación más inmediata.
En lugar de abordar el factor estresante que parece tener el mayor efecto sobre una especie, este enfoque podría ayudar a los administradores a considerar cuál es la mejor manera de reducir el número total de factores estresantes que experimenta una especie.”
Este sistema de índice de adversidades acumulativas aún se encuentra en desarrollo pero podría ser una alternativa para los investigadores para plantear nuevas oportunidades para el cuidado de los animales y su adaptación en la naturaleza.