En todas las familias tenemos personas queridas que ya partieron de esta vida, y hoy 2 de Noviembre las recordamos. Las añoramos, recordamos, celebramos y guardamos gratas memorias de ellas.
Pero en todas las familias también existen “propiedades muertas” que para nada celebramos... por el contrario las cargamos como un muerto encima... Su memoria más bien nos produce dolor de una muerte en vida...
Propiedades que todavía están entre nosotros, pero no producen nada. Mas que aflicción y problemas...
Ya las damos por perdidas, como un agujero negro sólo nos generan gastos, dolores de cabeza, y puras penas. Lloramos por ellas, pero no terminan de irse al panteón, porque se presentan en nuestra vida como zombies vivientes a molestarnos.
Otro ejemplo son aquellas propiedades heredadas que solo provocan rencillas entre familiares, o nos hacen sentir el dolor de proyectos no resueltos, de planes que nunca llegaron.
Propiedades Zombies, verdaderos muertos andantes con las que no sabemos qué hacer, o no nos ponemos de acuerdo con familiares o copropietarios para resolver su destino.
Sólo sentimos pesadumbre de aquellos sueños guajiros que una vez tuvimos para ellas, pero que se esfumaron dejando únicamente polvo, más gastos y desgaste emocional.
Fuimos perdiendo esos sueños e ilusiones poco a poco… desgastando nuestra energía en notarías, despachos de abogados, ventanillas de gobierno, oficinas de arquitectos, agencias inmobiliarias, intentos de remodelaciones, comidas familiares… donde de alguna manera fuimos esparciendo las cenizas de las propiedades muertas.
Y con ellas se esfumaron nuestras esperanzas e ilusiones de generar flujo de ese patrimonio estéril.
Tenemos miedo de recibir otra llamada de un inquilino quejándose de averías, goteras y fugas. O una llamada de la policía avisando que se metieron a robar, o de vecinos advirtiendo que se hunde un techo o una barda. Quizá hay invasión de palomas, ratas o cucarachas.
Nos angustia ir a pagar el predial cada año, ver el gran adeudo acumulado del agua, y sentir que ningún hermano le quiere invertir ya a la casa.
Otras propiedades muertas no son tan viejas. Son departamentos en la playa, casas en la montaña, terrenos en fraccionamientos lejanos, departamentos que compramos en preventa al calor del sueño del turista inmobiliario...
En algunas tenemos malos inquilinos, en otras pésimos administradores, quizá vecinos incómodos, o peor aún, hermanos o primos como copropietarios problemáticos.
El resultado; propiedades que nos cuestan dinero, después de hacer cuentas, nos quitan dinero de nuestro bolsillo en lugar de darnos un flujo positivo constante. Además de la energía negativa que nos merma vitalidad en otras áreas de la vida.
Lo peor es que muchas familias ya se han acostumbrado a convivir con sus propiedades muertas en el patrimonio como parte de la familia.
Piensan que es mejor aguantar una mala racha, que quizá ya haya durado décadas, a tomar acción para resolver el problema.
Pero déjame decirte que sólo queda uno de dos panes de muerto:
1) Vender y enterrar la propiedad para siempre
2) Resucitar la propiedad y generar una alta rentabilidad de sus metros cuadrados
Te sorprendará la cantidad de potenciales compradores que puede haber para tus zombies inmobiliarios, si te decides a cortar pérdidas y quitarte el muerto de encima.
Y si te decides a resucitarlas, te recomiendo que te apoyes de expertos para evaluar las opciones más viables y rentables. O también te formes tú mismo/a para ponerte las lentes de inversionista y dejar a un lado las lentes de sol de la plañidera funeraria que también son las del turista inmobiliario.
No te tardes... o morirás tú antes que ellas… porque polvo somos, y 100% polvo nos convertimos, pero la tierra seguirá ahí por generaciones.
SEMBLANZA:
*Pablo Maestro de las rentas. Emprendedor, investigador e inversionista, tiene más de 30 años de experiencia en investigación académica y diversos puestos gerenciales en el sector logístico, software y bienes raíces en España, Reino Unido, Bélgica, Estados Unidos y México.
Pablo Mateos es doctor en Geografía Humana por University College London (UCL) donde además fue profesor durante cuatro años. Autor de dos libros y más de 50 artículos académicos sobre geografía urbana y de la población, en particular la geografía de la etnicidad, ciudadanía multiple y migración. Es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI Nivel III). Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Como emprendedor ha sido socio-fundador de Onolytics Inc en el sector de software analytics para marketing y estudios de población. Y en bienes raíces es socio co-fundador de VIVERENT “Vive de las rentas” y su grupo de empresas (Rentiux, Vive Storage y otras).
Pablo, es denominado el “Maestro de las Rentas” porque ha desarrollado un modelo disruptivo de inversión patrimonial en bienes raíces con alta rentabilidad. Ha acuñado el concepto de las rentas intensivas y el triángulo de las rentas, generando propuestas muy innovadoras de viviendas unipersonales incluyendo el ‘coliving’, ‘smartdepas’ y ‘apartaestudios’ pensando los edificios “desde dentro hacia fuera”. Con ello pretende abonar a la creación de vivienda unipersonal asequible en el modelo de rentas y generar un ecosistema que democratiza la inversión para el publico general.
Desde 2018 dirige los webinars quincenales Mastermind Viverent (mas de 150 episodios) donde los interesados pueden ver la experiencia de expertos en bienes raíces y personas que revelan cómo han logrado la libertad financiera con sus rentas.
@pablo.maestro.rentas