Aprende a preparar un dulce atole de beso de ángel para el frío

Elabora una deliciosa bebida que combina cerezas y nueces que cautivarán a todos con su vistosa presentación

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Atole de beso de ángel con nueces y cerezas, una bebida cálida y tradicional con un toque especial. - (Imagen Ilustrativa Infobae)
Atole de beso de ángel con nueces y cerezas, una bebida cálida y tradicional con un toque especial. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

El atole es una bebida de origen prehispánico que se consume en México especialmente durante las épocas de frío o por las mañanas acompañado de un pan o un clásico tamal, la bebida se caracteriza por estar elaborada con masa de maíz y tener sabores naturales o artificiales de frutas dulces.

Esta bebida ancestral ha evolucionado y actualmente forma parte del desayuno de muchos mexicanos debido a su practicidad y bajo costo al igual que sus deliciosos sabores que se modernizan cada día adaptándose a las tendencias gastronómicas.

Actualmente ya hay diferentes versiones de recetas adaptadas al clásico atole, ya que nunca es un mal momento para experimentar nuevos sabores que podrían convertirse en tu nuevo sabor favorito.

Receta del atole de beso de ángel

Esta bebida es una variación del tradicional atole que bebemos en México.
Esta bebida es una variación del tradicional atole que bebemos en México.

El atole de beso de ángel es una versión dulce y muy vistosa, ya que el característico color rosa claro cautiva a cualquier persona que esté buscando una rica bebida cremosa y fácil de preparar.

Ingredientes para preparar la bebida

  • 1 lata de leche evaporada
  • 1 litro de agua
  • 1 lata de leche condensada
  • 1 Cucharadita Esencia de vainilla
  • 1 Taza Cerezas en almíbar
  • 1/2 taza del almíbar de las cerezas
  • 3 Cucharadas de fécula de maíz disueltas en 1/2 taza de agua
  • 1 Taza Nuez picada

El sitio web recetas Nestlé presenta los pasos para preparar la bebida

Paso 1: Licúa la mitad de las nueces, la mitad de las cerezas en almíbar, el almíbar, la leche evaporada, la leche condensada, la esencia de vainilla, y el agua hasta que quede una mezcla homogénea con su característico color rosa claro.

La mezcla en sí, ya tendrá un sabor muy dulce, por lo que agregarle azúcar es opcional sin sobrepasarse, ya que el exceso de azúcar podría afectar el sabor de los otros ingredientes y la bebida podría empalagar al gusto.

Paso 2: En un vaso o taza de agua, disuelve la fécula de maíz, mejor conocida como maicena hasta que el agua se torne de color blanco.

Paso 3: vierte la primera mezcla en una olla o recipiente hasta que comience a notarse el hervor, en ese momento agrega la maicena diluida a la olla.

Paso 4: Baja la flama de la estufa mientras mezclas la olla con un cucharón por 5 minutos, es importante mezclar hacia una sola dirección para que no se hagan grumos de maicena en nuestra bebida, luego dejar que se enfríe un poco para ser consumida.

Paso 5: una gran opción para agregarle un toque vistoso a nuestro atole, es adornarlo con trocitos de nuez y cerezas en su superficie, ya sea directamente en la olla o en las tazas y vasos donde se sirvan.

Luego de estos 5 pasos sencillos, ya puedes disfrutar de esta romántica bebida rosada, aunque es importante consumirla con moderación ya que es una mezcla dulce y en exceso deja de ser saludable.

La historia de una bebida milenaria

El atole fue modificado para adaptarse al gusto de los españoles en el virreinato. (INPI)
El atole fue modificado para adaptarse al gusto de los españoles en el virreinato. (INPI)

Según el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) Los mexicas preparaban el atole simplemente hirviendo masa de maíz hasta espesar, condimentada con cacao, chiles y miel de abeja, ya que en la época no conocían otro endulzante.

El conquistador de México, Hernán Cortés, en sus Cartas de Relación lo distinguía como una bebida muy energética aunque ese estilo de atole no fue de particular gusto para los españoles, por lo que fue modificado agregándole leche o simplemente agua.

Uno de los más tradicionales es el llamado champurrado, el cual se bate vigorosamente para darle una consistencia espumosa. Otro similar es el simple o blanco, hecho solo con agua y masa de maíz en el caso de darse como comida. Era común en la época virreinal, en la que se endulzaba con piloncillo.

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