Una controversia ha estallado en la Cámara de Diputados tras la aparición de un “voto fantasma” que apareció en el tablero durante la aprobación de la reforma de supremacía constitucional. Ese voto era el del diputado morenista Pedro Haces, quien no estaba presente en la sesión.
La aprobación de esta reforma fue posible gracias a la mayoría calificada de Morena y sus aliados, aunque ahora el procedimiento ha sido cuestionado debido a la inclusión del voto de Haces, quien además ha reconocido su ausencia.
La reforma, que cambia los artículos 105 y 107 de la Constitución para evitar impugnaciones a cambios legislativos del Congreso, requería la asistencia de los diputados, pues según el Reglamento de la Cámara, en votaciones que exigen mayoría calificada los legisladores deben votar de manera presencial.
Sin embargo, el presidente de la Mesa Directiva, Sergio Gutiérrez Luna, consideró válido el voto de Haces, y este apareció en el conteo oficial. Ya en la Gaceta Parlamentaria borraron ese registro y solo aparecen 339 votos a favor.
La situación generó una fuerte respuesta de partidos de oposición, como Movimiento Ciudadano (MC) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuyos legisladores acusaron a Morena de irregularidades en el proceso.
Laura Ballesteros, diputada emecista denunció que esta práctica recuerda a situaciones del pasado, comparando el “voto fantasma” de Morena con episodios en los que “hasta los muertos votaban” durante gobiernos anteriores. Comentó que en este caso se trata de “legisladores turistas” y afirmó que tanto Morena como los gobiernos previos caen en las mismas prácticas cuestionables.
Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI, calificó el registro del voto de Haces como una “burla al proceso legislativo”. En su opinión, el hecho demuestra el afán de Morena por controlar el proceso legislativo, sin considerar las normas establecidas ni la transparencia requerida en una democracia.
Moreno no solo cuestionó el “voto fantasma”, sino que también criticó la reforma de supremacía constitucional, llamándola “destructiva”. En un mensaje en redes sociales, afirmó que esta reforma representa un intento de Morena por imponer lo que llamó la “Ley de Herodes”, acusando al partido de gobierno de “atentar contra la democracia” y de avanzar hacia una especie de “dictadura”.
En tanto, miembros del Partido Acción Nacional (PAN) exigieron una explicación pública tanto del propio Pedro Haces como de la dirigencia de Morena.
¿Qué dijo Pedro Haces?
Durante una rueda de prensa, Pedro Haces fue cuestionado insistentemente por periodistas sobre su ausencia en la votación y la aparición de su “voto fantasma” en el tablero.
Ante la primera pregunta sobre si estuvo presente en la sesión, Haces respondió con un directo “No, ayer no estuve aquí”. Al cuestionársele cómo fue posible que su voto apareciera registrado, el diputado respondió: “No sé por qué”.
A la insistencia sobre si su ausencia se debió a que estaba en la Serie Mundial, Haces evadió con un “Eso dicen los del PAN, pregúntales a ellos”, y agregó que, como líder sindical, tiene la “oportunidad de ir a donde yo quiera ir”.
Ante la pregunta de si cree que hubo fantasmas en el Pleno, el diputado respondió irónicamente que “sí, creo que es posible”.
Al respecto, el líder de la bancada de Morena, Ricardo Monreal, también se mostró sorprendido por la situación. Reconoció que no vio a Haces en el Pleno durante la votación y dijo que será la Secretaría de Servicios Parlamentarios la que determine cómo se registró el voto.
La Cámara de Diputados tiene un sistema biométrico que exige a cada legislador el uso de su huella digital para registrar asistencia y emitir votos, además de contar con un sistema de reconocimiento facial a la entrada del recinto, para que solo los diputados y personal autorizado tengan acceso al Pleno.
La polémica reforma de supremacía constitucional
La reforma de supremacía constitucional fue aprobada el miércoles con el respaldo de Morena y sus aliados, y consiste en la modificación de los artículos 105 y 107 de la Constitución.
Estos cambios eliminan la posibilidad de que se impugnen los actos legislativos del Congreso a través de medios legales, asegurando así que cualquier reforma que se apruebe quede exenta de revisiones por parte de tribunales o instancias externas. El objetivo declarado de la reforma es evitar la judicialización de las decisiones legislativas y dar certeza a los cambios que se implementen en la Constitución.
Sin embargo, esto ha sido criticado por la oposición, que considera que la reforma limita las herramientas de control y transparencia, dándole al Congreso una especie de “blindaje” frente a revisiones y objeciones legales.
La reforma de supremacía constitucional fue rápidamente ratificada por 23 congresos estatales en menos de 24 horas, lo que permitió su declaratoria de validez por parte del Congreso de la Unión este jueves.
Morena ha defendido la reforma como un acto de “autonomía legislativa” que beneficiará la estabilidad del marco constitucional de México. No obstante, la oposición y diversos actores de la sociedad civil han manifestado su preocupación por lo que consideran una concentración de poder y la eliminación de mecanismos de revisión judicial que, afirman, fortalecen la democracia.
La situación en torno al “voto fantasma” de Pedro Haces y el procedimiento apresurado con el que fue aprobado el proyecto han intensificado el debate sobre la transparencia y legalidad de las reformas promovidas por Morena. Para la oposición, los hechos refuerzan sus críticas contra Morena, a quienes acusan de aprovechar el control mayoritario para impulsar cambios que consideran una amenaza al equilibrio de poderes en México.