Durante los últimos meses, las autoridades de Estados Unidos han hecho hincapié en que los ingresos de los cárteles de drogas no solo dependen de la producción y distribución de narcóticos, sino también de otros delitos, como la pesca ilegal, la extorsión, la tala clandestina e incluso la falsificación de medicamentos, cuyo consumo pone en riesgo la vida de las personas.
Aunque la intervención del crimen organizado en la producción de fármacos ha sido investigada por varios años, fue en febrero de 2023 cuando una investigación de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) dio a conocer que gran parte de la medicina falsificada ahora contiene dosis letales de heroína, metanfetamina e incluso fentanilo.
Ésta y otras investigaciones identificaron que la medicina falsa era comercializada en farmacias locales, siendo identificada en comercios de Tijuana y Cabo San Lucas, Baja California. Pero eso no es todo.
Un reciente artículo de InSight Crime resaltó que, en septiembre de 2024 las autoridades del país de las barras y estrellas presentaron cargos contra 18 personas señaladas de participar en una red de tráfico de farmacéuticos falsificados a través de sitios en Internet.
Aunque entre los acusados no hay ninguna persona de nacionalidad mexicana, el medio ya citado destacó otro dato: “Los grupos criminales mexicanos también han sacado réditos de la venta de medicamentos falsificados para bajar de peso”.
Uno de ellos es Ozempic, un fármaco utilizado para regular los niveles de glucosa en la sangre. De acuerdo con el portal web oficial de la empresa que lo produce, se trata de un medicamento que ayuda a liberar insulina.
“En pocas palabras, Ozempic reduce la velocidad en que los alimentos salen de su estómago, ayuda a reducir la cantidad de azúcar liberada por el hígado y, cuando el nivel de azúcar en la sangre es alto, aumenta la cantidad de insulina liberada por el páncreas”, se lee en la página web.
Sin embargo, se ha identificado que sus efectos secundarios también producen pérdida de peso, pues reduce el apetito y aumenta la sensación de saciedad.
Éstas son las consecuencias de consumir medicamento falso
El consumo de medicamentos falsificados representa un grave riesgo para la salud pública y puede tener consecuencias graves. Estos productos a menudo carecen del principio activo necesario, contienen componentes incorrectos o están contaminados con sustancias peligrosas.
Como resultado, las personas que los consumen podrían no recibir el tratamiento adecuado para sus enfermedades, lo que puede llevar a complicaciones o al agravamiento de su condición médica.
Además, los medicamentos falsificados pueden provocar efectos adversos inesperados. Los productos mal elaborados pueden contener dosis inadecuadas, lo cual implica riesgos de toxicidad o reacciones alérgicas graves. En casos críticos, ingerir estas falsificaciones puede poner en peligro la vida del paciente.
El impacto no se limita solo al individuo; también afecta a la sociedad en general. La falta de control en la calidad de los medicamentos puede generar resistencia a antibióticos y otros tratamientos, complicando aún más la gestión de epidemias y aumentos en la carga económica del sistema de salud.