El término “cemento” y “concreto” pueden ser utilizados de la misma manera, pero en realidad son materiales distintos con características y usos específicos en la construcción. Comprender la diferencia entre estos dos elementos es crucial para cualquier proyecto, ya sea una pequeña mejora en el hogar o una obra de gran envergadura.
El cemento es un polvo fino que actúa como un aglutinante cuando se mezcla con agua y otros componentes. Se utiliza principalmente como ingrediente para hacer concreto, pero también tiene aplicaciones especiales en reparaciones y acabados, según la página especializada en construcción “Construyendo Seguro”.
Por otro lado, el concreto es una mezcla de cemento, agua, arena y grava que, al endurecerse, forma una masa sólida y resistente, ideal para estructuras y pavimentaciones.
¿Qué distingue al cemento y el concreto?
La pagina especializada en consejos para la construcción ‘Construyendo Seguro’ proporciona las distintas características de cada material.
El cemento es un material en polvo que funciona como un aglutinante para unir otros materiales. Generalmente se fabrica a partir de una mezcla de caliza y arcilla calcinadas a altas temperaturas en un horno.
Al mezclarse con agua, se convierte en una pasta que puede endurecer tanto en el aire como bajo el agua. Este proceso de endurecimiento se llama hidratación. Una vez endurecido, el cemento actúa como un adhesivo, manteniendo unidos los materiales en diversos tipos de construcción.
Es un componente que, cuando se mezcla con agua, áridos y aditivos, forma el concreto, el producto final. El cemento por sí solo no tiene la misma resistencia y durabilidad que el concreto endurecido. Necesita combinarse adecuadamente con otros elementos para mejorar su desempeño.
Mientras que el cemento es un polvo fino que se vuelve una pasta al mezclarse con agua, el concreto tiene una consistencia pétrea y rígida, similar a una roca.
Además, el costo del cemento por tonelada es menor que el precio del concreto por metro cúbico, ya que el concreto incluye otros componentes costosos.
A diferencia del cemento, el concreto tiene una consistencia pétrea con alta resistencia mecánica y durabilidad. Sus propiedades dependen de la calidad de sus componentes y de las proporciones en la mezcla.
Función de cada material
Existen distintos tipos de cemento, el más común es para la construcción, sin embargo tiene variantes que son usadas para pegar ladrillo o están hechas para que sean resistentes a sulfatos.
- Cemento Portland: el más común en la construcción, se utiliza en estructuras de concreto, albañilería, pisos y acabados.
- Cemento de Albañilería: formulado para usarse con ladrillos, bloques y piedras.
- Cemento de Aluminato de Calcio: altamente resistente a sulfatos, indicado para ambientes agresivos.
Los principales usos del cemento incluyen pegar y unir ladrillos, bloques de hormigón y piedras naturales; crear superficies de revoque y enlucido en muros; fabricar elementos premoldeados como tubos, bloques y tejas; y servir como ingrediente activo en el concreto.
El concreto es un material compuesto que se fabrica a partir de la mezcla de cemento, agregados pétreos (arena y grava), agua y, en ocasiones, aditivos o adiciones. Al endurecerse, forma una masa pétrea resistente y duradera. Se distinguen principalmente tres tipos de concreto:
- Concreto simple: Contiene únicamente cemento, agua, áridos y aditivos; es el más común.
- Concreto reforzado: Incluye barras de acero para resistir esfuerzos de tracción.
- Concreto preesforzado: Se tensan cables de acero antes del vaciado para reducir potenciales grietas.