La presidenta Claudia Sheinbaum explicó este lunes sus planes para implementar la reforma energética en el país y dejó claro que las empresas privadas que quieran incursionar en el mercado mexicano deberán atenerse a las “reglas”, esto luego de que la española Iberdrola manifestó su interés de volver.
“Esta idea de que Iberdrola entra como entraba antes, pues no necesariamente. Sí va a haber espacio para la inversión privada, pero con ciertas reglas”, atajó la mandataria en su conferencia mañanera.
Sheinbaum destacó que en un plan a 2030, el Estado mexicano proporcionará el 54% de la energía a los ciudadanos, mientras que el resto será cubierto por inversiones privadas, siempre que estas cumplan con las nuevas regulaciones establecidas.
La mandataria subrayó que las empresas privadas, como la española Iberdrola, que ha mostrado interés en el mercado mexicano, deberán adherirse a las “reglas” del nuevo marco regulatorio.
“No puedes entrar en cualquier momento al mercado energético bajo cualquier circunstancia porque incluso vas a generar problemas técnicos”, explicó Sheinbaum, haciendo hincapié en la necesidad de contar con bancos de baterías y sistemas que garanticen un voltaje constante.
Con la aprobación de nuevas reglas para el uso de baterías de almacenamiento de energía en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), se busca evitar interrupciones en el suministro y mejorar la integración de las energías renovables.
Este cambio ha sido visto por Iberdrola como una oportunidad para expandir su presencia en el mercado mexicano, según un informe reciente de la empresa.
Sheinbaum concluyó que la reforma constitucional es esencial para el futuro energético de México, asegurando que se proporcionarán facilidades a los inversores privados que garanticen la efectiva transmisión de su producción energética.
La relación entre Iberdrola y el gobierno mexicano ha sido tensa en el pasado, especialmente durante la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador. En febrero de 2024, el Estado mexicano adquirió 13 plantas eléctricas de Iberdrola por aproximadamente 6.200 millones de dólares, marcando un punto culminante en las negociaciones entre ambas partes.
La reforma energética también busca revertir parcialmente la privatización de PEMEX y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que se llevó a cabo con la reforma de 2013. Sheinbaum enfatizó que esta medida es crucial para devolver al pueblo de México el control sobre sus recursos energéticos.
Además, la presidenta reafirmó su compromiso con el rescate de Pemex, la petrolera más endeudada del mundo, que reportó pérdidas de 13.672 millones de dólares en el primer semestre de 2024, a pesar de haber recibido una inyección de 952,000 millones de pesos del gobierno anterior.