Siete semanas después del inicio de la guerra interna del Cártel de Sinaloa entre las facciones de Los Chapitos, que lideran los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, y La Mayiza, a la cabeza de Ismael Zambada Sicairos, alias Mayito Flaco, han sido varias las capturas de gran peso que se han registrado.
El secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Gerardo Mérida Sánchez, dio a conocer las cifras de los operativos que se han aplicado en la entidad desde el pasado 9 de septiembre.
De acuerdo con la información, la Fiscalía General de la República (FGR) ha abierto 147 investigaciones, mientras que se han registrado 81 detenciones; asimismo, se encarga del caso de 44 asesinados, cuatro privaciones de la libertad, además de la muerte de cuatro elementos militares en el cumplimiento de su deber.
Mérida Sánchez destacó que hasta la fecha se han asegurado 432 armas largas, un aumento del 21 % en comparación con el último corte del 20 de octubre. También se confiscaron 80 armas cortas, 2 mil 389 cargadores, más de 145 mil cartuchos, 71 granadas y 8 inmuebles, junto con 246 vehículos, un 25 % más respecto al último informe.
Captura de objetivos clave de Los Chapitos
Luis Alberto “N”, alias “El Cañas”, fue uno de los primeros líderes capturados dentro de esta ofensiva. Su arresto ocurrió el 18 de octubre en La Guamuchilera, una zona clave en Sinaloa, donde operaba como jefe de una célula armada de Los Chapitos.
Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) lograron su detención junto a cinco de sus subordinados, quienes estaban fuertemente armados y equipados con equipo táctico.
Durante el operativo se incautaron 11 cargadores, 524 cartuchos, dos granadas, y varios vehículos. Según fuentes de la Sedena, “El Cañas” se desempeñaba como “generador de violencia” en la región de Sinaloa y era mano derecha de Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias “La Perris” o “El 27″, uno de los operadores estratégicos de Los Chapitos.
Conocido en la región por su presencia en el norte de Sinaloa, El Cañas controlaba varias rutas y territorios, respaldado por el poder y la influencia de la facción de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Otro golpe a esta facción fue la detención de Mario Alexander “N”, alias “El Piyi”, el 19 de septiembre. Este hombre era considerado el sucesor de Néstor Isidro Pérez Salas, alias “El Nini”, anterior jefe de seguridad de Los Chapitos detenido en noviembre de 2023.
La Guardia Nacional y el Ejército llevaron a cabo el operativo en el barrio de Santa Fe, al oeste de Culiacán, donde además arrestaron a seis supuestos sicarios que operaban bajo las órdenes de “El Piyi”.
A diferencia de “El Nini”, conocido por su ostentación en redes sociales, “El Piyi” mantenía un perfil bajo, lo cual complicó su ubicación y captura, aunque su presencia fue notoria en narcocorridos de Peso Pluma.
Por otro lado, la Sedena intentó capturar a Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias “La Perris” o “El 27″, jefe de seguridad de Los Chapitos. Sin embargo, La Perris escapó el 21 de septiembre tras un operativo en el sector Tres Ríos de Culiacán.
Un intenso enfrentamiento en la zona, que incluyó armas de alto calibre y explosivos, obligó a evacuar el área cercana al centro comercial Cuatro Ríos. En el caos, La Perris huyó a través de un sistema de alcantarillado, lo cual refleja el alto nivel de organización y acceso a infraestructuras subterráneas por parte de Los Chapitos.
Un segundo intento de captura ocurrió el 4 de octubre, en una operación conjunta entre la Sedena y la Marina en los municipios de Navolato, Angostura y Mocorito, aunque tampoco logró dar con su paradero.
Detenciones en La Mayiza
Dentro de La Mayiza, Edwin Antonio Rubio López, alias “El Max” o “El Oso”, fue detenido en Culiacán el 21 de octubre, tras un fuerte enfrentamiento en el que participaron elementos de la Sedena con el respaldo de un helicóptero artillado.
Este líder era considerado una de las piezas clave de la estructura de los Zambada, encargado de gestionar el contrabando de drogas hacia Estados Unidos a través de rutas hacia San Felipe, Baja California, desde donde se realizaban envíos a Los Ángeles.
Su rol estratégico quedó expuesto tras las revelaciones de Guacamaya Leaks, que vincularon su actividad con Alfonso Arzate García, alias “El Aquiles”, jefe regional del Cártel de Sinaloa en Baja California.
La captura de El Max es uno de los mayores golpes contra La Mayiza, ya que afecta directamente la logística del grupo en el noroeste de México, así como sus relaciones con células en la frontera estadounidense.