“García Luna ordenó un complot para asesinarme”: Anabel Hernández rompe el silencio y habla sobre los ataques que vivió

La periodista mexicana Anabel Hernández, conocida por sus investigaciones sobre el narcotráfico y la corrupción en México, ha sido objeto de múltiples amenazas y atentados debido a sus revelaciones sobre los nexos entre la política y el mundo del narcotráfico. Uno de esos personajes que buscaron acabar con ella fue el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.

En una entrevista con Adela Micha en “Me lo dijo Adela”, Hernández García rompió el silencio sobre los ataques de los que fue víctima por parte del funcionario calderonista, quien hace unos días fue sentenciado a 38 años de prisión por diversos delitos relacionados al narcotráfico.

La investigadora denunció que en 2010, tras la publicación de su libro Los señores del narco, García Luna ordenó un complot para asesinarla, lo que desató una serie de ataques violentos y amenazas que han puesto en riesgo su vida y la de su familia.

Anabel Hernández aseguró que ella fue la primera periodista en documentar, con pruebas, el enriquecimiento ilícito de García Luna y su rol como pieza clave en la estructura criminal del Cártel de Sinaloa, liderado en ese entonces por Joaquín “El Chapo” Guzmán y Ismael “El Mayo” Zambada.

A raíz de sus investigaciones, la periodista ha sido perseguida y acosada. “Denunciar a García Luna casi me cuesta la vida”, declaró Hernández, recordando los años de hostigamiento que enfrentó tras sus publicaciones.

Según narró la misma periodista, en 2010, tras la publicación de su libro Los señores del narco, sufrió ataques armados contra su familia, quienes fueron amenazados y perseguidos:

“Hubo ataques armados contra mi familia, contra las personas que más quiero: mi madre, mis hermanos, apuntándolos en la cabeza [...] hubo persecuciones en restaurantes, una serie de cosas por haberme atrevido a poner el dedo en la llaga y documentar y probar que este hombre estaba al servicio del narco junto con muchos funcionarios públicos”, expresó.

Sin embargo, uno de los episodios más graves ocurrió en diciembre de 2013, cuando un comando armado irrumpió en el domicilio de Anabel Hernández en la Ciudad de México. “Hubo un ataque armado al lugar donde vivía entonces en 2013, de 11 policías armados que encañonaron a mis vecinos”, indicó.

Según la revista Proceso, al menos una docena de hombres armados con rifles AK-47 y pistolas bloquearon la calle donde vivía la periodista y preguntaron en varias viviendas por su casa. Los atacantes desactivaron las cámaras de seguridad del vecindario, incluidas las instaladas en la casa de Hernández García, antes de irrumpir en varias residencias cercanas.

Hernández no se encontraba en su hogar en el momento del ataque, lo que probablemente le salvó la vida. Sin embargo, uno de los escoltas asignados para su protección fue capturado y golpeado por los atacantes. El comando, que primero se identificó como policías federales y luego como miembros de los Zetas, permaneció en la colonia por aproximadamente media hora. A pesar de la gravedad del incidente, no hubo respuesta inmediata por parte de las autoridades.

En su libro Los señores del narco, la periodista documentó cómo García Luna facilitaba el tráfico de drogas, utilizando infraestructuras estatales, como el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, para transportar cocaína, y cómo la Policía Federal, bajo su mando, actuaba como un brazo armado del cártel.

Ante esta situación, la periodista presentó una denuncia formal ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), que abrió una investigación bajo el expediente AP.179/FEADLE/2013. No obstante, Hernández ha denunciado en reiteradas ocasiones la ineficiencia del Mecanismo de Protección a Periodistas implementado por el gobierno federal, afirmando que las medidas de seguridad eran insuficientes para protegerla del crimen organizado.

Hace unos días Genaro García Luna fue condenado a 38 años de prisión en Estados Unidos por cargos de narcotráfico y vínculos con el Cártel de Sinaloa, una sentencia que Hernández calificó como un “triunfo para el periodismo de investigación” en México.

“Hay compañeros, hay personas que piensan que fue muy poco... Hay, como el propio García Luna y su abogado, los muy cínicos que piensan que fue mucho, que debió haber sido declarado inocente o de mínimo máximo 20 años de prisión. Yo, como víctima, puedo decir que para mí la justicia fue servida. Para mí, 38 años de condena son lo suficientemente razonables para sentir que víctimas como yo han tenido justicia en esa sala del distrito”, declaró la periodista.

Hernández, quien estuvo presente en el juicio de García Luna, describió el momento como “histórico” para el país, señalando que fue un juicio que costó la vida de muchos periodistas.

“Para mí, este hombre que estará los próximos 33 años en prisión representa justicia para todos los que arriesgamos nuestras vidas para exponer la verdad”, dijo detallando que en realidad se le restan cinco años por el tiempo que ya lleva en prisión.

A pesar de la condena, Hernández ha advertido que la red de narcopolítica que García Luna ayudó a crear y consolidar sigue presente en México. Según la periodista, muchos de los funcionarios que trabajaron bajo su mando continúan en posiciones clave en la administración pública.