Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, se pronunció por la muerte del exbeisbolista de los Dodgers, Fernando “Toro” Valenzuela.
La noche del pasado martes 22 de octubre falleció el deportista a la edad de 63 años, noticia que fue informada por el equipo de los Angeles Dodgers, agrupación en la que el pitcher mexicano triunfó en los años 80 y 90.
Esa misma noche, la mandataria capitalina publicó unas palabras tras el anuncio del fallecimiento del exdeportista.
“Con tristeza me entero del fallecimiento de Fernando “El Toro” Valenzuela”, expresó la morenista.
Añadió que el exbeisbolista de los Dodgers fue una leyenda del béisbol nacional e internacional.
Asimismo, expresó su pésame a familiares y amigos del exjugador de béisbol.
De igual manera, en su cuenta de X, Clara Brugada, junto con la leyenda y palabras para Fernando Valenzuela, compartió una fotografía del deportista mientras lanzaba una pelota de béisbol.
No solamente la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México se pronunció por la muerte del lanzador mexicano, también la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum.
En su conferencia mañanera rindió un homenaje y expresó su solidaridad con la familia del exbeisbolista y con todo México, dijo.
Fernando Valenzuela: por qué le decían “El Toro”
No se tiene información exacta sobre la causa de muerte de Fernando “El Toro” Valenzuela, quien falleció a la edad de 63, a unos días de cumplir 64 años, ya que su familia del lanzador mexicano, mantenía discreción en relación a su estado de salud.
Nacido el 1 de noviembre de 1960 en Etchohuaquila, Sonora, Fernando Valenzuela logró ser catalogado como uno de los atletas más relevantes en la historia del Rey de los Deportes y de las Grandes Ligas, siendo distinguido por propios y extraños como ‘El toro’. Este sobrenombre no fue una simple etiqueta, sino que reflejaba aspectos clave de su personalidad y estilo de juego.
El apodo “El Toro” se origina en varias características que definieron a Fernando tanto como atleta como persona. En primer lugar, su físico robusto y su presencia dominante en el campo evocaban la imagen de un toro: fuerte, imponente y resistente. Con una estatura que lo hacía destacar entre otros lanzadores, Valenzuela proyectaba una confianza que inspiraba tanto a su equipo como a los aficionados.
No obstante, es para destacar la peculiar manera en que Valenzuela terminó llevando ese mote hasta el último de sus días. Fue tanta su popularidad que los periódicos y medios de Los Ángeles no podían dejar de escribir sobre el joven novato que ya era toda una verdad con los Dodgers.