La Ciudad de México ha dado un paso innovador en el ámbito del transporte público gracias a la creatividad de un joven tiktoker. La tarjeta de Movilidad Integrada, que permite a los usuarios acceder a diversas modalidades de transporte, desde el Metro, Tren Ligero, Cablebús, Ecobici y autobuses, ha sido transformada en un ingenioso ‘omnitrix’, inspirándose en la popular caricatura ‘Ben 10′.
Alexander Aguirre, el creador de esta innovadora idea, ha capturado la atención de más de 180 mil personas con su video en TikTok, donde demuestra cómo su nuevo invento funciona como una alternativa a la clásica tarjeta de movilidad.
En el video, Aguirre se presenta ante un lector de Metrobús con un anillo, que antes era una tarjeta. Al poner el objeto en el lector, logra el mismo efecto que con la tarjeta convencional. La respuesta del público ha sido abrumadora, generando comentarios como: “Wooo, patentalo brother, antes de que te roben la idea” y “Callate y toma todo mi dinero”, evidenciando el interés por replicar esta idea.
Sin embargo, surge una pregunta que ha inquietado a muchos: ¿cómo se puede recargar el anillo? A lo que Aguirre responde en su video: “Desde la app del STC recargo el anillo, simplemente”. Esta afirmación resalta que, aunque el formato del dispositivo ha cambiado, el proceso de recarga sigue siendo accesible.
Según información proporcionada por el Gobierno de la Ciudad de México, existen dos modalidades de recarga para la tarjeta de movilidad: una a través de dispositivos móviles y otra en pequeños comercios asociados a Mercado Pago. Los usuarios pueden realizar la recarga de su anillo siguiendo estos simples pasos:
- Descarga y abre la aplicación de Mercado Pago en tu celular.
- Da clic en “recarga transporte”.
- Desliza la tarjeta en la parte trasera del móvil.
- Selecciona el monto a cargar.
- Autoriza la transacción.
El proceso que Aguirre comparte en un segundo video, revela la creatividad detrás de su transformación. Para crear el anillo ‘omnitrix’, Aguirre comienza colocando la tarjeta de movilidad en un recipiente y añadiendo acetona hasta cubrirla completamente. Después de varias horas, la tarjeta queda blanda y aguada, lo que permite retirar el chip. A continuación, crea una bobina y suelda dos conectores a las terminales del chip, finalizando con la construcción del anillo a partir de un tubo de PVC.
Este fenómeno no solo ha sorprendido a los usuarios del transporte público, sino que también plantea preguntas sobre la innovación y la adaptación a las nuevas tecnologías.