El Día de Muertos es una de las tradiciones más emblemáticas de México, donde se honra a los difuntos a través de altares y ofrendas llenos de simbolismo. Entre los elementos más destacados que adornan estos altares, el copal es uno de los elementos más importantes.
Pero, ¿por qué es tan fundamental en este ritual? Su historia y su uso en las ofrendas reflejan la profunda espiritualidad y el respeto que los mexicanos tienen hacia sus seres queridos fallecidos. Al encender copal, se recuerda que la muerte no es el final, sino un viaje que continúa en la memoria y el corazón de quienes quedan.
El copal: una tradición prehispánica
El copal es una resina aromática utilizada desde tiempos prehispánicos, venerada por su capacidad de purificar el ambiente y conectar el mundo de los vivos con el de los muertos. Al encender el copal, se produce un humo que se considera un canal para las almas de los difuntos, guiándolas hacia el altar donde sus seres queridos les rinden homenaje.
De acuerdo a las tradiciones, el encendido del copal debe realizarse a partir del mediodía del 1 de noviembre. Este momento es crucial, ya que marca el inicio del regreso de los difuntos, y el humo del copal sirve como una ofrenda tanto para ellos como para el hogar.
El copal es una resina extraída de árboles de la especie Bursera copallifera, que crecen en regiones cálidas de México, especialmente en estados como Michoacán, Chiapas y Oaxaca. Este árbol puede alcanzar alturas de hasta 30 metros. Se obtiene mediante un corte en la corteza del árbol, lo que permite que se recoja de manera sostenible, protegiendo el medio ambiente. La cosecha se realiza solo durante tres meses al año, antes de octubre, lo que hace que su disponibilidad sea limitada y especial.
Históricamente, el copal ha sido considerado un “dios protector” por las culturas indígenas, conocido como “Iztacteteo” o “dios blanco” debido al color del humo que emite al ser quemado. En ceremonias rituales, su uso se ha mantenido a lo largo de los siglos, tanto en festividades como en la Semana Santa como en el Día de Muertos.
Significado de quemar copal
La quema de copal tiene múltiples significados. Por un lado, es un ritual de purificación que elimina malas energías y prepara tanto el espacio como a las personas para nuevas experiencias. Al inhalar el aroma del copal, se dice que se está conectado con lo sagrado, lo que promueve la relajación y el bienestar físico y mental. Además, se considera un medio para evitar dolores de cabeza y fomentar un sueño reparador.
El copal en el altar de muertos
El copal es un elemento indispensable en los altares de Día de Muertos. Su presencia, junto a otros elementos como flores, velas y alimentos, contribuye a crear un espacio sagrado que rinde homenaje a los difuntos. En los mercados, el copal se ofrece en diversas presentaciones, desde pequeñas bolsas hasta braceros de barro, lo que permite a más personas participar en esta tradición.
Además de su función espiritual, el copal se utiliza para eliminar las malas vibras y atraer la buena fortuna. La quema del copal y del carbón, que a menudo se realizan juntos en un brasero, es un ritual que se ha practicado durante generaciones. Se dice que su humo ayuda a armonizar el espacio, desvaneciendo energías negativas y brindando salud y bienestar a quienes lo encienden.
Se puede encontrar en diferentes presentaciones y precios, desde pequeñas bolsas que cuestan alrededor de 10 pesos hasta braceros de barro que pueden alcanzar los setenta pesos. Este acceso a la tradición permite que más personas participen en el ritual, manteniendo viva esta costumbre en el corazón de la cultura mexicana.
El copal es mucho más que una simple resina aromática; es un puente entre dos mundos y un elemento vital en las ofrendas del Día de Muertos. Su capacidad para purificar, guiar y armonizar lo convierte en una ofrenda fundamental que conecta a los vivos con sus seres queridos fallecidos.