La reciente captura de Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, ha desatado una grave guerra en la región entre Los Chapitos, la facción liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y La Mayiza, grupo encabezado por Ismael Zambada Sicairos, conocido como “El Mayito Flaco”, vástago del veterano capo. Este conflicto ha afectado no sólo a las principales ciudades de Sinaloa, sino también a los estados vecinos, incrementando la violencia y la percepción de inseguridad en toda la región.
Los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), correspondientes al tercer trimestre de 2024, reflejan un notable aumento en la percepción de inseguridad en varias ciudades de Sinaloa, como Culiacán, Mazatlán y Los Mochis, mientras que estados limítrofes también ha habido variaciones en sus niveles a consecuencia de la guerra interna del grupo criminal.
Fue el pasado 25 de julio de 2024 cuando Ismael Zambada García, de 76 años, fue arrestado en Nuevo México, Estados Unidos, bajo circunstancias controvertidas. Según el narco, fue secuestrado en México y entregado a las autoridades estadounidenses por Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo Guzmán, éste último, quien cumple una cadena perpetua en Estados Unidos y cuya captura abrió un vacío de poder dentro de la organización criminal.
Desde la captura de Zambada, los enfrentamientos entre ambas facciones han dejado un saldo de más de 200 personas muertas a más de un mes de que iniciara la guerra el pasado 9 de septiembre.
La ola de violencia ha tenido como escenario principal la ciudad de Culiacán, donde se han reportado balaceras, desapariciones y ataques armados, que han generado pánico entre la población.
Culiacán: epicentro de la violencia
La capital de Sinaloa, Culiacán, ha sido uno de los puntos más afectados por esta guerra interna. De acuerdo con los datos de la ENSU publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el porcentaje de la población que considera inseguro vivir en la ciudad ha aumentado significativamente en los últimos meses.
En junio de 2024, un 44.7% de los habitantes de Culiacán percibía su ciudad como insegura. Sin embargo, para septiembre ese porcentaje aumentó a 55.7%, una diferencia notable que refleja el impacto de la violencia en la vida diaria de los ciudadanos.
Las constantes balaceras y la presencia de cuerpos sin vida en las calles han generado un clima de miedo. La presencia de fuerzas militares no ha logrado detener los enfrentamientos, lo que ha incrementado la percepción de vulnerabilidad entre los habitantes.
Mazatlán y Los Mochis: zonas turísticas bajo presión
A pesar de ser un destino turístico clave en la región, Mazatlán no ha escapado al impacto de la violencia. Aunque la percepción de inseguridad en la ciudad se ha mantenido más estable en comparación con Culiacán, los datos del INEGI muestran que ésta aumentó al pasar de 34.3% en junio a 40.0% en septiembre. Esta cifra es elevada para una ciudad que depende del turismo.
Los Mochis, por otro lado, ha experimentado un leve incremento en la percepción de inseguridad, pasando de 18.7% en junio a 23.5% en septiembre de 2024. Si bien este aumento puede parecer menor en comparación con otras áreas, sigue siendo un reflejo del clima de incertidumbre que predomina en Sinaloa.
¿Qué pasó en los estados vecinos?
La violencia desatada por la guerra interna entre las facciones del Cártel de Sinaloa ha tenido repercusiones no sólo en Sinaloa, sino también en los estados vecinos, donde también ha habido enfrentamientos, sin embargo, la percepción de inseguridad no ha aumentado en todas las regiones.
En Durango, aunque la percepción de inseguridad en la capital disminuyó de 39.1% en junio a 33.5% en septiembre de 2024, la situación es distinta en la región de La Laguna, que conecta con Coahuila, donde la percepción aumentó, pasando de 32.5% a 34.3 puntos porcentuales.
En Sonora, la percepción de inseguridad en Hermosillo aumentó, pasando de 43.1% a 48.2% en el mismo periodo, mientras que en Nogales bajó ligeramente de 46.3% a 41.8%. En Ciudad Obregón, la percepción también disminuyó, de 81.2% en junio a 65.4% en septiembre, sin embargo, sigue siendo muy elevada.
En los estados de Nayarit y Chihuahua, no se observaron incrementos en la percepción de inseguridad. En Tepic, Nayarit, la cifra bajó levemente, de 24.0% a 23.7%. En Chihuahua, la percepción en la capital pasó de 49.4% a 44.8%, mientras que en Ciudad Juárez descendió de 69.4% a 65.7%.
Aunque Sinaloa y sus estados vecinos viven una situación crítica, otras regiones del país también enfrentan serios desafíos en cuanto a la seguridad pública, con niveles alarmantes de temor entre sus habitantes.
A nivel nacional, la ENSU del INEGI señala que los municipios con mayor percepción de inseguridad son Tapachula, Chiapas con un 91.9%, seguido de Naucalpan de Juárez, Estado de México (88.0%), Fresnillo, Zacatecas (87.9%) y Ecatepec de Morelos, Estado de México (87.0%). Otros municipios que también destacan por su alta percepción de inseguridad son Irapuato, Guanajuato (86.4%) y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas (85.9%).