Quizá el lavado de las toallas de baño es una de las veinte mil cosas que muchas personas tienen en el olvido o que no tienen conciencia de lo importante que es realidad el asunto.
Resulta que en Reino Unido se realizó una encuesta a 2 mil 200 personas a quienes se les preguntó ¿Con qué regularidad lavaban sus toallas de baño?
Los resultados
Los resultados del ejercicio sorprendieron por lo siguiente:
- Una de cada cinco personas confesó que solo lava su toalla una vez por mes.
- 25% lo hace semanalmente.
- Alrededor del 5%, prefiere lavarla después de cada ducha.
- El 44% de los participantes admitió no lavarla con más frecuencia que cada tres meses.
Cabe mencionar y destacar que en la gran mayoría de las ocasiones, se puede percibir que dicho objeto tiende a ser áspero y maloliente conforme pasan los días, por lo que prolongar su tiempo de lavado podría representar un riesgo para la salud.
Mayor atención
Aunque parezcan limpias, con el tiempo acumulan millones de gérmenes, ya que tras cada uso, no solo absorben agua, también células muertas de la piel, aceites corporales y residuos de productos de cuidado personal, secreciones salivales, urinarias, ácaros, entre otros patógenos del inodoro, eso sin contar que en ocasiones la misma toalla es utilizada para limpiarse las manos, agregando más bacterias y gérmenes que puede esparcirse por todos los lugares y recovecos del cuerpo.
El entorno húmedo y cálido del baño se convierte en un hábitat ideal para la proliferación de bacterias, hongos y otros microorganismos a partir de dos o tres usos, ante tal panorama, se recomienda que el plazo razonable para lavarlas sea por lo menos una vez a la semana.
Sugerencias de lavado
- Lavar al menos una vez por semana.
- No usar suavizantes ya que estos reducen su capacidad de absorción.
- No llenar la lavadora ya que estas prendas requieren de espacio para su óptimo lavado.
- La temperatura ideal del agua debe oscilar entre lo 40 y 60 grados, para poder eliminar las manchas, gérmenes, olores y bacterias.
- Al secar, es preferible extenderlas en su totalidad en un lugar ventilado.
- De preferencia, al guardarlas lo más recomendable es no apilarlas para evitar malos olores.
- En el caso concreto de aquellas que son blancas, se puede utilizar vinagre, bicarbonato o cloro para poder blanquearlas.