Hace más de una década, en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el destino reunió a dos brillantes mentes científicas. Daniel Adriano Silva Manzano, un joven egresado de la UNAM, conoció a David Baker.
Egresado de la licenciatura en Investigación Biomédica Básica de la Facultad de Medicina y de un doctorado en Ciencias Bioquímicas, Daniel se convirtió en una pieza fundamental en el equipo de David Baker.
Junto con otros dos científicos, Baker fue premiado el pasado miércoles 9 de octubre con el Premio Nobel de Química por la creación y predicción de proteínas.
¿Cómo logró trabajar con un nobel de química?
Los dos científicos se conocieron hace 20 años cuando el Nobel de Química ofreció una charla en la Facultad de Medicina de la UNAM. Aunque le sugirieron visitar Ciudad Universitaria, Baker optó por dirigirse a los laboratorios, de acuerdo con un artículo publicado en la revista UNAM Global.
Al llegar, encontró a Silva y rápidamente entablaron una conversación que se prolongó durante varias horas, lo que despertó algo especial en Daniel.
“Me quedé fascinado con el trabajo que estaba haciendo y me hice básicamente un objetivo en mi vida que tenía que ir a trabajar con él”, mencionó Silva para una entrevista realizada para una cápsula de UNAM Global Tv.
El principal interés investigador de Silva es el “plegamiento, la estructura y la función de las proteínas, y la aplicación de estos conocimientos a la construcción de algoritmos computacionales robustos para el diseño racional de proteínas funcionales de novo”, de acuerdo con el perfil del mexicano en la página oficial del laboratorio de Baker.
Su formación académica se ha centrado en el estudio teórico y experimental de la estructura y función de las proteínas, y cuenta con amplia experiencia en bioquímica, fisicoquímica, mecánica estadística, dinámica molecular, programación informática, modelización in silico de proteínas y diseño de proteínas.
¿De qué va el diseño de proteínas?
Los especialistas que ganaron el Nobel, Demiss Hassabis, John Jumper y David Baker, obtuvieron este reconocimiento gracias al diseño de proteínas en computadora, además de la predicción de su estructura mediante inteligencia artificial.
Baker y su equipo han construido proteínas con estructuras únicas mediante la manipulación de sus secuencias de aminoácidos, diseñadas específicamente para resolver problemas concretos, de acuerdo con UNAM Global.
Este avance ha facilitado la creación de biomateriales más efectivos y seguros, adaptados para desempeñar funciones clave tanto dentro como fuera de los organismos vivos.
El papel de Daniel Silva en el laboratorio de David fue empezar con el campo de diseñar proteínas que pudieran tener una función terapéutica. “Diseñé la primera proteína computacional que hay de humanos que se llama Neo- 2/15 y luego me convertí en lo que se llama un traductor de ciencia en tecnología”, menciona en entrevista.
El trabajo de Baker posibilita la creación de proteínas con funciones innovadoras que tienen el potencial de transformar campos como la medicina, el desarrollo de materiales nanoestructurados y la creación de vacunas, entre otros.
“Para hacer medicinas, diagnósticos, mejores herramientas para la investigación, biomateriales… va a cambiar todo en un periodo de tiempo que yo probablemente creo que vamos a empezar a sentir los efectos en los siguientes cinco años”, concluye Silva.