Después que la Legislatura anterior congeló en diciembre de 2023 la reforma al artículo 123 de la Constitución, en materia laboral, para reducir la jornada semanal de 48 a 40 horas, la iniciativa fue recuperada en la Cámara de Diputados, donde los legisladores tienen dos meses para aprobarla y enviarla al Senado, antes de que concluya el periodo ordinario de sesiones de 2024.
La iniciativa para establecer que por cada cinco días de trabajo debe haber dos días consecutivos de descanso fue presentada en esta ocasión por el Partido del Trabajo a través del diputado José Alejandro Aguilar López. El documento fue turnado a la Comisión de Puntos Constitucionales para su estudio y dictamen antes de subir nuevamente al Pleno para su votación.
Si esta reforma laboral no es aprobada por los diputados y senadores antes del 15 de diciembre de 2024, el proyecto tendrá que esperar hasta abril de 2025, cuando se abre el siguiente periodo ordinario de sesiones del Congreso mexicano.
En México, la discusión sobre la reducción de la jornada laboral surgió desde 2022, cuando se propuso reformar el artículo 123 de la Constitución para establecer un máximo de 40 horas semanales de trabajo.
La nueva iniciativa presentada este 2024 en la Cámara de Diputados busca modificar las fracciones IV y II de los apartados A y B del artículo 123, para que los trabajadores disfruten de dos días de descanso por cada cinco días laborados.
Al asumir la presidencia de la República, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo incluyó en sus 100 compromisos de gobierno impulsar la jornada laboral para reducir semanalmente las horas de trabajo a sólo 40 horas, con dos días de descanso obligatorio.
Trabajadores beneficiados con esta nueva reforma laboral
De concretarse la reforma beneficiará a millones de trabajadores, entre ellos obreros, jornaleros, empleados domésticos, artesanos y, en general, a todos aquellos con contratos laborales, así como a los trabajadores de los poderes de la unión.
En los argumentos de la iniciativa se especifica que en México y América Latina se observa una alta dependencia de largas jornadas laborales que no contribuyen a reducir la desigualdad de manera proporcional. En contraste, en Europa y otras regiones desarrolladas, la combinación de jornadas laborales más cortas y políticas redistributivas ha permitido un mejor equilibrio entre el trabajo y el bienestar social.
El diputado Aguilar López argumenta que es necesario replantear las políticas laborales y sociales en economías como la mexicana para mejorar tanto la productividad como la equidad en la distribución del ingreso.
Según el legislador, los países que han logrado reducir significativamente su brecha de desigualdad lo han hecho mediante la implementación de políticas efectivas que combinan jornadas laborales más cortas con mecanismos redistributivos sólidos.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha promovido durante mucho tiempo la reducción de la jornada laboral a un máximo de 40 horas semanales. A través de la Recomendación 116, emitida en 1962, la OIT ha instado a los países a avanzar hacia esta meta, argumentando que jornadas laborales más cortas tienden a mejorar la productividad, reducir el estrés laboral y fomentar un mejor equilibrio entre la vida personal y profesional.