Este es el motivo oculto por el que Genaro García Luna insistió en vestir un traje azul en la Corte de EEUU

El exsecretario de Felipe Calderón fue condenado a 38 años en prisión por cargos relacionados al narcotráfico

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García Luna y J. Edgar Hoover, ambos vinculados al uso de trajes azul en momentos críticos de sus carreras. (CUARTOSCURO/REUTERS)
García Luna y J. Edgar Hoover, ambos vinculados al uso de trajes azul en momentos críticos de sus carreras. (CUARTOSCURO/REUTERS)

Genaro García Luna, el exzar antidrogas de México, se presentó este miércoles ante el juez Brian Cogan en la Corte del Distrito Este de Nueva York en donde recibió una pena de 38 años de prisión por delitos relacionados con el narcotráfico, una condena que muchos consideran “suave” frente al escenario de cadena perpetua que pudo haber enfrentado.

El exsecretario de Seguridad Pública en la época del expresidente Felipe Calderón Hinojosa sorprendió a todos al aparecer en la corte sin vestir el clásico overol naranja de los reos. En su lugar, vistió un traje azul que recordó los años en donde era considerado el “superpolicía” que enfrentaba a capos en la era de la llamada “guerra contra el narco”.

La abogada Valerie Gotlib logró en la víspera que García Luna se presentara con un conjunto cuidadosamente seleccionado: pantalones y saco azul, una camisa blanca, corbata guinda a rayas, zapatos negros, calcetines y un cinturón de piel. Sin embargo, más allá de un simple traje, Genaro García Luna usó esto como amuleto, de acuerdo con información revelada por el periodista Óscar Balderas.

El color azul ha tenido un significado particular en la vida de García Luna desde sus inicios. En 1994, como un joven espía del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), se destacó por su vestimenta impecable.

El exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, lee una declaración ante el juez de distrito estadounidense, Brian Cogan,  donde fue sentenciado a más de 38 años de prisión en Estados Unidos por aceptar sobornos de los cárteles de la droga que se suponía debía combatir, en el tribunal federal de Brooklyn en la ciudad de Nueva York. , EE. UU., 16 de octubre de 2024 en este boceto de la sala del tribunal. REUTERS/Jane Rosenberg
El exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, lee una declaración ante el juez de distrito estadounidense, Brian Cogan, donde fue sentenciado a más de 38 años de prisión en Estados Unidos por aceptar sobornos de los cárteles de la droga que se suponía debía combatir, en el tribunal federal de Brooklyn en la ciudad de Nueva York. , EE. UU., 16 de octubre de 2024 en este boceto de la sala del tribunal. REUTERS/Jane Rosenberg

Francisco Cruz, en su libro “El Señor de la Muerte”, describe cómo, a pesar de trabajar en la selva para combatir al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el expolicía nunca abandonó su estilo elegante. Utilizaba trajes de la marca Trajes Robert’s, que reflejaban su deseo de distinción y poder.

“Tenía siempre un aspecto elegante en azul, vestía traje de casimir-al principio económicos, financiados por el gobierno en Trajes Robert’s, que tenía incluso una sucursal dentro del Cisen-, camisa a la medida, corte de pelo a la navaja, rostro bien afeitado, manos cuidadas con esmero y zapatos bien lustrados. Además de que exigía lealtad y fidelidad absoluta, sumisión, la vestimenta era esencial. Era afable. Aunque pareciera una contradicción”, se lee.

García Luna admiraba a John Edgar Hoover, el controvertido director del FBI, quien también usaba trajes azul navy en momentos clave de su carrera. “Cada vez que tenía una cita importante o un asunto puntilloso por resolver, pantalón y blazer de este tono eran sus talismanes”, escribió el periodista en sus redes sociales.

Ambos hombres, apuntó, compartían un deseo insaciable de poder y manipulación. Por un lado, Hoover aconsejó al presidente Dwight D. Eisenhower para que intensificara la guerra contra Vietnam; mientras que García Luna hizo lo mismo con Calderón con la “guerra contra el narco”.

García Luna tenía una admiración por John Edgar Hoover. (X/@oscarbalmen)
García Luna tenía una admiración por John Edgar Hoover. (X/@oscarbalmen)

Además, Hoover le rodeó siempre el rumor de que apoyó a la mafia italoamericana, mientras que de García Luna tenía tratos con el Cártel de Sinaloa.

Sin embargo, mientras el del FBI se mantuvo en el poder durante décadas, García Luna, a sus 51 años, estaba en el banquillo de los acusados y hoy ya ha sido sentenciado.

El traje azul se convirtió en un símbolo de la ambición de García Luna y de su deseo de ser percibido como un hombre honorable, a pesar de las acusaciones que pesaban sobre él. Sin embargo, este miércoles la “cábala” del traje azul también le dio suerte, aunque limitada, a García Luna, tras salvarse de la condena perpetua.

La sentencia y las reacciones

La audiencia de este miércoles fue un momento decisivo en la vida de García Luna. En un tribunal de Nueva York, el juez Brian Cogan impuso una condena de más de 38 años de prisión, además de una multa de 2 millones de dólares, tras hallarlo culpable de proteger al cártel de Sinaloa durante más de una década a cambio de sobornos millonarios. La fiscalía había solicitado cadena perpetua, pero Cogan decidió no imponerla, argumentando que quería dejar “cierta luz al final del túnel”.

El juez enfatizó la naturaleza de doble vida de García Luna, quien, mientras ocupaba un cargo de gran responsabilidad en el gobierno mexicano, facilitó actos criminales que desataron una ola de violencia en México y Estados Unidos.

El juez de distrito estadounidense Brian Cogan sentencia al exministro de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, a más de 38 años de prisión en Estados Unidos por aceptar sobornos de los cárteles de la droga contra los que se suponía que debía luchar, en el tribunal federal de Brooklyn en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, el 16 de octubre de 2024. en este boceto de la sala del tribunal. REUTERS/Jane Rosenberg
El juez de distrito estadounidense Brian Cogan sentencia al exministro de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, a más de 38 años de prisión en Estados Unidos por aceptar sobornos de los cárteles de la droga contra los que se suponía que debía luchar, en el tribunal federal de Brooklyn en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, el 16 de octubre de 2024. en este boceto de la sala del tribunal. REUTERS/Jane Rosenberg

“Usted tiene una doble vida. Usted vestirá muy elegante. Usted podrá decir que respeta la ley y seguro lo cree, pero su conducta es la misma que la de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán”, expresó Cogan, recordando cómo el exfuncionario combinó su papel como protector de la ley con la complicidad en actos delictivos.

En la corte, García Luna mantuvo la calma mientras su esposa e hija lo observaban desde la sala. A pesar de la gravedad de los cargos, el exzar antidrogas se declaró inocente y solicitó clemencia al juez, argumentando que nunca había sido una amenaza para la comunidad y que deseaba regresar con su familia lo antes posible. Sin embargo, el juez no se dejó influir por sus súplicas.

Fuera del tribunal, la reacción del público fue intensa. Grupos de personas exigieron justicia y clamaron por una condena más severa, argumentando que la pena impuesta era insuficiente dada la magnitud de su corrupción y las consecuencias que tuvo para la sociedad.

Mientras tanto, el expresidente Felipe Calderón, quien había sido defendido por García Luna durante su mandato, se distanció del exfuncionario, asegurando que nunca tuvo evidencia que lo implicara en actividades ilícitas.

Al final de la audiencia, el futuro de García Luna quedó sellado: la imagen del hombre elegante que había proyectado durante tantos años se desmoronó ante la realidad de su condena.

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