A más de una década de su transmisión, el programa Se Vale sigue dando de qué hablar. Lo que para los televidentes era un show divertido y caótico, para sus conductores significaba un reto diario lleno de presión emocional y física. Así lo revelaron Tania Riquenes y Amanda Rosa en una reciente entrevista para el podcast Mujer de Fases, donde hablaron sobre las experiencias difíciles que vivieron detrás de cámaras.
Aunque Se Vale es recordado por sus dinámicas en vivo y desafíos físicos, Riquenes explicó que esa espontaneidad escondía mucha tensión y sobre todo una presión que pocos televidentes conocían.
”Nos divertíamos a veces, pero luego no. No quiero romper la ilusión de nadie, porque no todo era color rosa”, expresó. “Había momentos en los que nos cuestionábamos qué estábamos haciendo ahí. Era una presión constante de trabajar en vivo, con desafíos físicos sin ninguna seguridad. Hoy somos memes, pero en su momento no fue nada fácil”.
Amanda Rosa, por su parte, reveló que la exigencia era tal que, incluso en los momentos más difíciles, como accidentes graves durante el programa, la producción les exigía mantener una sonrisa ante la cámara.
”Decían ‘no pasó nada, sigue el show, báilale, muévete, sonríe a la cámara’, aunque por dentro una estaba destrozada”, confesó Amanda. “Emocionalmente, quedábamos mal, pero teníamos que fingir que la vida era súper divertida”, comentó.
Precisamente uno de los memes más virales del programa es cuando una de las conductoras cayó desde la tirolesa y gritó de profundo dolor. El programa notó que se trataba de algo grave y para aminorar el impacto colocó a canción “Arremángala arrempújala” de Los Karkik’s y puso a bailar a los conductores en una “víbora de la mar”.
“Éramos prisioneras”
Además de la presión del trabajo en vivo, las conductoras revelaron que la producción del programa controlaba estrictamente su exposición mediática.
”En Se Vale no nos dejaban poner nuestras redes sociales en pantalla. Teníamos Twitter, pero nos decían ‘no les vamos a dar publicidad’. Éramos unas prisioneras”, declaró Riquenes.
El control no terminaba ahí. Las conductoras también hablaron sobre cómo la producción tomaba represalias si algún miembro del elenco buscaba nuevas oportunidades: ”Pobre de ti si hacías un casting, porque te corrían”, mencionaron en el podcast.
Aunque los fanáticos recuerdan con nostalgia al programa, las declaraciones de Riquenes y Rosa muestran que la realidad detrás de la diversión que sin duda fue mucho más complicada de lo que parecía.
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