El proceso legal que Estados Unidos sostiene en contra de Genaro García Luna está por llegar a su fin. Este 16 de octubre de 2024, el exsecretario de Seguridad Pública será presentado ante una corte federal de Estados Unidos para escuchar su sentencia, luego de haber sido encontrado culpable de cinco cargos.
Durante los últimos años, el caso de García Luna ha acaparado los focos de atención por múltiples razones.
Se trata del primer juicio realizado en contra de un exfuncionario mexicano en Estados Unidos, que, además fue acusado de narcotráfico y vínculos con el crimen organizado.
También es el primero en su tipo en donde ex narcotraficantes decidieron testificar, entre quienes destacan Jesús ‘Rey’ Zambada, ex miembro del Cártel de Sinaloa ―y hermano de ‘El Mayo’ Zambada― y Sergio Villarreal Barragán, alias ‘El Grande’, ex miembro de los Beltrán Leyva.
Otro hecho que lo vuelve relevante es su duración. Aunque la duración de los juicios en Estados Unidos puede variar significativamente según el tipo de caso y su complejidad, el de Genaro García únicamente duró cuatro semanas, según datos del Departamento de Justicia.
Acusaciones clave contra García Luna
Durante el juicio de García Luna, la justicia de Estados Unidos reveló múltiples de sus crímenes cometidos en alianza con el Cártel de Sinaloa. En febrero de 2023, mes en el que fue encontrado culpable de cinco cargos por un jurado federal, las autoridades señalaron:
“El acusado utilizó sus cargos oficiales para ayudar al violento cártel de drogas de Sinaloa a cambio de millones de dólares en sobornos. La conducta de García Luna incluyó facilitar el paso seguro de los cargamentos de drogas del cártel, proporcionar información sensible a las fuerzas del orden sobre las investigaciones del cártel y ayudar a atacar a los cárteles de drogas rivales, facilitando así la importación de cantidades de varias toneladas de cocaína y otras drogas a los Estados Unidos”.
El juicio también evidenció que el exfuncionario actuó como guardaespaldas y escolta de miembros del Cártel del Pacífico junto a miembros de la ahora extinta Policía Federal.
“Permitió a los miembros del cártel usar uniformes y placas de policía y ayudó a descargar cargamentos de cocaína de aviones en el Aeropuerto de la Ciudad de México, para luego entregar la cocaína a la organización”, se lee en un documento oficial.
Como parte de sus pruebas, EEUU presentó los testimonios de miembros de la organización crimina, quienes revelaron que el dinero de los sobornos fue entregado al acusado en varios lugares, incluyendo una “casa de seguridad” ubicada en la Ciudad de México donde se escondían grandes cantidades de efectivo en una pared falsa; en un lavadero de autos en Guadalajara; y en un restaurante francés en la Ciudad de México, ubicado frente a la Embajada de los Estados Unidos.