Un fin de semana violento en Nuevo Laredo, Tamaulipas, por parte de militares y elementos de la Guardia Nacional contra civiles. De acuerdo con denuncias de familiares, una niña de ocho años de edad, un joven de 18 años y una enfermera de 46 años fueron asesinados por elementos castrenses en diferentes hechos.
El primer hecho violento en contra de civiles por elementos del Ejército mexicano ocurrió el pasado viernes 11 de octubre, cuando una familia se dirigía a cenar con una conocida y fueron agredidos por los militares que les cerraron el paso y sin medir palabra -a decir por uno de los sobrevivientes- abrieron fuego.
Los miembros de la familia que viajaban eran Yuricie Rivera Elizalde, madre y enfermera; Víctor Manuel Carrillo Martínez, padre de 40 años, y su hijo de nueve años de edad. La madre de familia murió después de recibir un impactó de bala en el rostro; en tanto sus acompañantes resultaron ilesos.
Otros dos ataques contra civiles a manos de la GN
En tanto, el sábado 12, ocurrieron dos ataques más contra civiles a manos de los elementos de la Guardia Nacional, uno de ellos cobró la vida de una menor de ocho años de edad y un joven de 18.
La menor fue identificada como Lidia Iris; ella viajaba con su abuela, la señora Lidia Galván, quien denunció que fueron víctimas de una agresión a manos de los elementos de la Guardia Nacional.
El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo informó que los hechos ocurrieron cuando el vehículo que manejaba Lidia Galván quedó en medio de una persecución entre Guardias Nacionales y presuntos delincuentes. El auto que manejaba la abuela de Iris quedó prensado entre las dos camionetas y fue cuando los elementos de seguridad comenzaron a disparar, ocasionando una herida en la cabeza de la menor.
Después de pedir socorro, los elementos de la GN trasladaron a la menor al hospital, donde perdió la vida. En una declaración que ofreció a los medios de comunicación, Lidia Galván dijo que fueron los oficiales quienes chocaron su vehículo y los responsables de haber provocado la muerte de la menor.
Ese mismo día, Diego Alfredo, de 18 años, fue asesinado por elementos castrenses en Reynosa, Tamaulipas. Según los familiares, el joven se encontraba en calidad de desaparecido después de que saliera a cargar combustible y no volviera a su domicilio.
Sin embargo, la madre del joven recibió información sobre donde podría encontrarse, al arribar al lugar confirmó que era su hijo y que había sido asesinado por elementos de la Guardia Nacional. Ella negó que tuviera vínculos con organizaciones criminales. Información extraoficial señala que el joven tenía huellas de tortura en el cuerpo.
Al respecto de estos incidentes y la denuncia de familiares, las autoridades no han emitido un posicionamiento oficial para dar a conocer las razones que llevaron a los soldados a abrir fuego en los casos de Yuricie Rivera, Iris y Diego.