Estos son los 10 alfiles de Los Chapitos que son clave en su guerra contra La Mayiza, según la Sedena

El poderío de Los Chapitos, la facción del Cártel de Sinaloa liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se ha consolidado gracias a una red de líderes estratégicos que manejan desde las operaciones logísticas y financieras hasta el control del territorio y el suministro de armas.

El 9 de septiembre estalló la guerra entre dos facciones del Cártel de Sinaloa: Los Chapitos y La Mayiza, liderada por Ismael Zambada Sicairos, alias El Mayito Flaco, éste último quien busca vengar a su padre, Ismael El Mayo Zambada, después de que Joaquín Guzmán López, uno de Los Chapitos, lo llamara a una reunión con políticos para secuestrarlo y entregarlo a las autoridades en Estados Unidos, según la versión del propio capo, dada a conocer en una carta.

Una lista elaborada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) elaborada en el sexenio anterior, y que fue dada a conocer por el periodista Óscar Balderas en Milenio, identifica a los alfiles al servicio de Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, detallando el papel que juegan en medio de este conflicto. Estos líderes operan en diferentes esferas, combinando violencia, poder económico y una astucia para evadir a las autoridades.

Desde quienes controlan las rutas del narcotráfico y el lavado de dinero mediante criptomonedas, hasta aquellos que movilizan a las bases sociales para proteger a los altos mandos, Los Chapitos han construido una estructura de mando formidable.

Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias “Chiquito Malo”, es el actual líder del Clan del Golfo, la mayor organización criminal de Colombia, que provee cocaína al Cártel de Sinaloa. Nació en 1977 en San Pedro de Urabá, Antioquia, y comenzó su carrera en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Posteriormente se unió a los Urabeños, consolidándose como comandante en la región de Urabá, donde controlaba el transporte de drogas hacia Centroamérica. Tras la captura de Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, asumió el liderazgo del Clan del Golfo en 2021.

A lo largo de su carrera, Ávila ha sido acusado por las autoridades estadounidenses por tráfico de drogas y pertenencia a una empresa criminal. Su conexión con el Cártel de Sinaloa fortalece la alianza entre ambos grupos, quienes han colaborado durante años en el tráfico internacional de drogas. Éste les proporciona armas, dinero y mercenarios entrenados en tácticas militares por exparamilitares colombianos, conocidos como Bacrim.

José Ángel Canobbio Inzunza, nacido el 25 de mayo de 1980 en Culiacán, Sinaloa, es un importante actor dentro del Cártel de Sinaloa, vinculado estrechamente con los hijos de “El Chapo” Guzmán.

Apodado “El Güero”, Canobbio es descrito como un socio leal y estratega clave para el imperio criminal que lideran Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijos del capo. Tiene un perfil discreto, conocido por su inteligencia y habilidad estratégica, siendo considerado un posible sucesor natural si Iván Guzmán llega a ser capturado, según ha dicho la periodista Anabel Hernández. Además de su rol en la logística del tráfico de drogas, es responsable de la producción y distribución de fentanilo, con métodos particularmente brutales y violentos.

Antes de involucrarse en el narcotráfico, José Ángel Canobbio fue gerente de una agencia Mercedes Benz y su fluidez en inglés subraya su nivel de educación y conexiones internacionales. Su carrera criminal comenzó trabajando con Juan José Esparragoza Monzón, alias El Azulito, antes de unirse a los Chapitos. Actualmente dirige una célula conocida como “Los Güeritos” o “Los Brontos”, involucrada en diversas actividades criminales en Sinaloa.

Canobbio es temido en su región debido a su disposición a utilizar la violencia extrema, incluyendo acciones contra civiles, y se cree que mantiene una red de contactos en sectores políticos y gubernamentales que le brindan protección. Su nombre ha sido mencionado en narcocorridos, como el de Código FN, lo que subraya su relevancia dentro del narcotráfico en México.

Su hermano, Jorge Abraham Canobbio Inzunza, también tiene una participación en el Cártel de Sinaloa, aunque menos destacada. Fue detenido en 2011 en Estados Unidos por contrabando de dinero en efectivo, pero fue liberado tras una corta estancia en prisión.

José Humberto Figueroa Benítez, alias El 27 o La Perris, es uno de los líderes del grupo de sicarios conocido como Los Ninis, una célula de seguridad al servicio de Los Chapitos.

El 27 ha sido señalado como uno de los responsables clave en la logística de seguridad y operaciones del grupo, así como en el tráfico de fentanilo. El Departamento de Estado de EEUU ofrece una recompensa de hasta un millón de dólares por información que lleve a su captura.

Según informes judiciales, Figueroa Benítez fue uno de los encargados de traicionar a Ismael “El Mayo” Zambada, facilitando su captura al emboscarlo y entregarlo en Texas, junto con Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de “El Chapo”.

Se le acusa de recibir entrenamiento militar en tácticas de guerra urbana y manejo de armas especiales, junto a Néstor Isidro Pérez Salas, alias El Nini. El 27 está implicado en el trasiego de grandes cantidades de fentanilo. Según un archivo judicial, él y El Nini vendieron en Los Ángeles alrededor de 5,2 kilogramos de fentanilo en 2022, en operaciones valoradas en más de 50 mil dólares, lo cual fue posteriormente incautado por la DEA.

En las últimas semanas La Perris ha logrado escapar de varios operativos en donde se busca su aprehensión.

Mario Alberto Jiménez Castro, alias Kastor, es un individuo sancionado por el Departamento del Tesoro, señalado como responsable de dirigir una organización dedicada al lavado de dinero proveniente de la venta de fentanilo en EEUU, utilizando criptomonedas y transferencias bancarias para enviar las ganancias ilícitas a los líderes del cártel en México.

El Kastor responde directamente a un agente cercano a Iván Archivaldo Guzmán. Según las investigaciones, entre agosto de 2022 y febrero de 2023, mensajeros bajo la dirección de Jiménez Castro recuperaron más de 869 mil dólares en efectivo, producto del narcotráfico, que luego fueron lavados mediante criptomonedas.

El Distrito Sur de Nueva York acusa a Kastor de conspiración para importar fentanilo, conspiración para poseer armas y dispositivos destructivos, así como conspiración para lavar dinero. Se ofrece una recompensa de hasta 1 millón de dólares por información que lleve a su captura.

Samuel León Alvarado es uno de los principales traficantes de fentanilo a territorio estadounidense, principalmente en Los Chapitos en Los Ángeles, Ohio, Michigan y Pennsylvania.

Está acusado de colaborar con Ovidio Guzmán López, alias El Ratón, uno de los hijos de Joaquín Guzmán, en la distribución de aproximadamente 80 kilogramos de fentanilo en territorio estadounidense, específicamente en la zona de Los Ángeles.

Según el Departamento de Estado de EEUU y la DEA, León Alvarado operaba como uno de los líderes del tráfico de fentanilo, participando en la producción, almacenamiento y distribución de la sustancia en forma de pastillas y polvo. En 2023, un gran jurado federal en el Distrito Sur de Nueva York lo acusó formalmente de conspiración para importar fentanilo, posesión de ametralladoras y conspiración para lavar dinero.

León Alvarado es buscado por las autoridades estadounidenses, que ofrecen una recompensa de 1 millón de dólares por información que conduzca a su captura. Su rol en la organización también lo vincula a otros operadores del cártel, como Noel Pérez López, Liborio Núñez Aguirre (alias El Karateca) y Luis Javier Benítez Espinosa.

De acuerdo con Milenio, se le considera peligroso por la base que posee en Culiacán y su capacidad de reacción para tomar las calles, como pasó en el Culiacanazo.

Pedrito Loaiza N. es hijo de Pedro Loaiza, una figura legendaria en el narcotráfico sinaloense. Pedrito ha mantenido una estrecha relación con Los Chapitos, participando en la planeación de la fuga de El Chapo en 2015. Opera principalmente en Sinaloa y controla rutas clave en el desierto de Sonora. Además, gestiona aduanas en Belice.

Juan Pablo Lozano N., conocido como El Camarón, es un destacado traficante de armas de alto poder para Los Chapitos. Tiene doble nacionalidad (mexicana y estadounidense) y su captura vale unos 20 millones de pesos. Según las autoridades, es responsable de suministrar armas como el Barret 50, AK-47 y drones explosivos, entre otras, que fortalecen el poder de fuego de la organización.

Óscar Noé Medina González, alias El Panu, es uno de los lugartenientes más cercanos a Iván Archivaldo y encargado de coordinar levantamientos en Sinaloa cuando alguno de los líderes es capturado.

Medina González es un veterano del Cártel de Sinaloa, con vínculos pasados tanto con El Mayo Zambada como con Dámaso López Núñez, alias El Licenciado. También estuvo relacionado con la familia Tapia, del Triángulo Dorado, conocida por su experiencia en el tráfico de drogas para Guzmán Loera y su respaldo a El Mayo.

En abril de 2023, un jurado federal en el Distrito Sur de Nueva York acusó formalmente a El Panu de varios cargos, incluyendo conspiración para la importación de fentanilo, lavado de dinero, posesión de armas exclusivas del Ejército y crimen organizado. La DEA ha ofrecido una recompensa de hasta 4 millones de dólares por información que conduzca a su captura, ya que se encuentra entre los 10 más buscados en Estados Unidos.

Liborio Núñez Aguirre, alias “El Karateca”, está señalado por las autoridades estadounidenses, especialmente por la DEA, como uno de los principales responsables del tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos, en forma de pastillas y polvo.

En abril de 2023, un gran jurado federal en el Distrito Sur de Nueva York acusó a El Karateca de conspiración para el tráfico de fentanilo, posesión de armas largas y dispositivos destructivos, así como lavado de dinero. Debido a su peligrosidad y relevancia en el tráfico de drogas, se ofrece una recompensa de 1 millón de dólares por información que lleve a su arresto.

Las propiedades de este hombre de 67 años sirven como escondites y refugios, y su enorme fortuna le permite negociar con las autoridades sin mayores consecuencias, según fuentes militares.

“El Gavilán”, cuyo nombre aún es desconocido, es el jefe de seguridad de Los Chapitos que actualmente está a cargo, tras los intentos de las autoridades mexicanas por detener a El 27 o La Perris, de acuerdo con el periodista Luis Chaparro.

El Gavilán es un subordinado de larga data de los hermanos Kevin Alonso Gil Acosta, alias El 200, y Karim Elias Gil Acosta, alias El 300. Lidera un grupo conocido como Gente del Gavilán, que utiliza el símbolo del halcón en redes sociales para identificarse. Además, tiene un tatuaje con las letras GDIA, que significa “Gente de Iván Archivaldo”, un distintivo entre los allegados a Iván Archivaldo Guzmán Salazar.

Se cree que El Gavilán cuenta con formación militar o incluso podría ser un exmilitar; también se señala que podría tener formación kaibil. Según menciones en narcocorridos de Peso Pluma, quien ha grabado varias canciones en su honor, sugiriendo su alto rango y liderazgo en la organización.