Desde finales del Siglo XX, la conmemoración del Día de la Raza ha sido cuestionada por diversos colectivos, principalmente conformado por grupos originarios, a lo largo de todo el continente americano, lo que ha provocado que los gobiernos comenzaran a cambiar la narrativa histórica del 12 de octubre.
En el mismo sentido, la figura de Cristóbal Colón, quién en su momento fue reconocido como un importante explorador y navegante que dio a conocer a Europa las civilizaciones americanas que derivaron en la conquista de estos territorios, se ha convertido en un tema controversial.
Desde entonces, muchos de estos colectivos han encabezado protestas para exigir el retiro de monumentos de Cristóbal Colón, ubicados en zonas emblemáticas en distintas ciudades de América, dejando pasajes peculiares.
La fiesta que se convirtió en protesta
El 12 de octubre de 1992 , el gobierno de España tenía planeado realizar diversas celebraciones en conjunto con países latinoamericanos para conmemorar los 500 años del “Día del Descubrimiento de América”. En México esta fecha era condecorada con la colocación de coronas de flores por parte del gobierno de España en la estatua de Colón, ubicada en una glorieta del Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México.
Sin embargo, tres años antes, integrantes de la Coordinadora Nacional de Pueblos Indios (CNPI) ya habían manifestado su inconformidad por esta celebración, incluso mandaron una carta al entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, pidiendo que el país dejará de recibir estas condecoraciones, pues consideraban que estas celebraciones mantenían una visión colonialista en la sociedad mexicana, solicitud que fue ignorada, según información publicada en el periódico El Universal.
Por ello, el festejo por los 500 años del Día de la Raza de aquel año tuvo que ser cancelado debido a la presencia de cerca de 25 mil protestantes de contingentes que partieron del Monumento a la Revolución, la Plaza de Las Tres Culturas, El Museo de Antropología y la Basílica de Guadalupe.
Los asistentes a las protestas se dirigieron al Zócalo con pancartas y consignas en contra de la celebración, pues ellos argumentaban que se trataba de un día de resistencia.
“Repudio al conquistador “, “Respeto a los indígenas”, “Cristóbal Colón al paredón”, “No queremos a Colón ni siquiera en el panteón”, " 500 años de resistencia” gritaban los contingentes según reporteros en la marcha.
Antes de llegar al Zócalo, la manifestación pasó por el Paseo de La Reforma y una multitud enardecida invadió la en ese entonces conocida como “Glorieta de Colón”, para quemar los arreglos florales dedicados al explorador europeo, algunos incluso intentaron derribar sin éxito la estatua con cuerdas.
Dos años después de esa protesta, el gobierno de la Ciudad de México desplegó grupos de granaderos para proteger la estatua de Colón de los colectivos del CNPI, hecho que hizo que la protesta del 12 de octubre fuera perdiendo relevancia.
La retirada de Colón y el renombramiento de la glorieta
El 10 de octubre de 2020, el gobierno de la CDMX retiró durante la madrugada la estatua bañada en bronce con motivos de restauración, según comunicaron en sus redes sociales oficiales. Esto tras viralizarse una convocatoria ciudadana en redes sociales para atacar nuevamente la figura de bronce.
Sin alguna referencia a Colón, la glorieta fue tomada por colectivos feministas e indígenas y en septiembre de 2021 se renombró oficialmente como la Glorieta de las Mujeres que Luchan, y se colocó en el estante la llamada “antimonumenta”, una figura de acero morada con forma de mujer levantando la mano.