Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) están siendo cada vez más atacadas por ciberdelincuentes. Aunque las grandes corporaciones suelen acaparar los titulares cuando ocurren incidentes de ciberseguridad, la realidad es que las Pymes enfrentan un riesgo aún mayor. En México, aproximadamente el 80.2% de las Pymes reportaron haber sufrido al menos algún tipo de ciberataque durante 2023 y 2024.
Las causas de esta vulnerabilidad son evidentes: las Pymes suelen trabajar con presupuestos limitados, contar con herramientas de ciberseguridad insuficientes y tener una escasez de personal capacitado en esta área. Estos factores las hacen especialmente susceptibles a las amenazas sofisticadas y en constante evolución del panorama cibernético actual.
Las Pymes son el motor de nuestra economía, y su energía y determinación resultan realmente inspiradoras. Sin embargo, no todas cuentan con una infraestructura tecnológica sólida, y debido a las limitaciones presupuestarias que enfrentan, los ciberdelincuentes a menudo las ven como blancos fáciles.
Estas empresas más pequeñas solo desean que su tecnología funcione de manera fluida y segura. Sin embargo, se encuentran en desventaja a la hora de mitigar amenazas como los incidentes cibernéticos. Aunque muchas Pymes reconocen la importancia de la ciberseguridad, a menudo requieren apoyo para priorizar, implementar y mantener defensas efectivas debido a sus recursos limitados, tanto financieros como técnicos, en comparación con las organizaciones más grandes.
Las Pymes se enfrentan a una amplia variedad de amenazas cibernéticas en constante evolución. Entre los vectores de ataque más comunes se encuentran el phishing, el ransomware, los ataques de denegación de servicio, la ingeniería social y la filtración de datos, entre otros. Cada una de estas amenazas puede ocasionar daños significativos, ya sea a través del robo de propiedad intelectual, la extorsión financiera o el deterioro de la reputación empresarial.
Los ciberataques más efectivos aprovechan las debilidades en la estrategia de gestión del riesgo cibernético de una organización. En el caso de las Pymes, estas vulnerabilidades a menudo surgen de la falta de recursos, el acceso limitado a talento calificado y un enfoque reactivo hacia la ciberseguridad.
En este sentido, para enfrentar de manera efectiva las amenazas cibernéticas, las Pymes deben implementar un enfoque integral que se centre en tres elementos clave: personas, procesos y tecnología.
Uno de los principales desafíos que enfrentan las Pymes es la escasez de profesionales capacitados en ciberseguridad. Incluso la mejor tecnología y los procesos más efectivos pueden ser insuficientes sin el talento adecuado. Por ello, las Pymes deben evaluar las habilidades de su personal actual e identificar las brechas existentes. Abordar estas deficiencias es esencial, ya sea a través de la capacitación de los empleados actuales, la contratación de nuevo talento o la colaboración con empresas externas especializadas en ciberseguridad.
En muchos casos, resulta más práctico para las Pymes asociarse con un proveedor confiable que complemente sus capacidades internas. Muchas Pymes optan por consultorías especializadas en ciberseguridad para proyectos a corto y mediano plazo.
De igual forma, aunque cada organización tiene requisitos técnicos específicos, la necesidad de contar con una estrategia de ciberseguridad bien definida es algo universal. Las Pymes deben crear procesos que se ajusten a sus necesidades particulares y que sean capaces de adaptarse a las cambiantes demandas del mercado. Un enfoque único no será suficiente. En su lugar, las Pymes deberían considerar marcos estándar como ITIL, Agile y DevOps como fundamentos para desarrollar sus estrategias de protección, ya que estos marcos pueden ayudar a optimizar los procesos y fortalecer su postura general.
Un aspecto clave es la importancia de establecer procesos comerciales sostenibles. La ciberseguridad es un viaje continuo, no un objetivo fijo, y requiere mejoras y adaptaciones constantes. Cada organización debe evaluar y actualizar periódicamente sus procesos para estar al tanto de las necesidades cambiantes y de las amenazas emergentes. Al adoptar un enfoque dinámico en el desarrollo de procesos, las Pymes pueden mantenerse a la vanguardia y asegurar defensas robustas.
Además, la tecnología es fundamental en cualquier estrategia de ciberseguridad. Dada la amplia variedad de herramientas disponibles, las Pymes deben seleccionar con cuidado las soluciones que mejor se adapten a sus necesidades específicas. Ya sea que se trate de seguridad de la red, protección de datos o gestión de identidades, la tecnología elegida debe ser tanto práctica como escalable.
Las Pymes deben garantizar que su tecnología esté en sintonía con su estrategia de ciberseguridad. Esto implica evaluar tanto las soluciones locales como las basadas en la nube, prestando especial atención al acceso a datos sensibles. El objetivo es seleccionar tecnologías que no sólo aborden las preocupaciones de seguridad inmediatas, sino que también refuercen la protección a largo plazo. Entre estas tecnologías se encuentran enfoques más recientes y accesibles para empresas de todos los tamaños y sectores, como el modelo de Zero Trust, que ofrece una protección integral, y el algoritmo de caos, que brinda una defensa sólida al gestionar las amenazas de forma dinámica, asegurando así una protección total contra ataques cibernéticos.
También la participación del liderazgo en todos los niveles de la organización es un aspecto fundamental para el éxito de cualquier programa de ciberseguridad. Para lograr este compromiso, las Pymes deben involucrar a sus equipos directivos en el desarrollo y supervisión de las estrategias de ciberseguridad, lo que incluye realizar evaluaciones periódicas sobre la eficacia del programa e incorporar retroalimentación tanto de profesionales de la ciberseguridad como de líderes empresariales. La participación activa del liderazgo envía un mensaje claro sobre la importancia de la ciberseguridad y promueve una cultura de seguridad en toda la organización.
Otro factor clave es la disposición a buscar experiencia externa. Las Pymes exitosas suelen ampliar su perspectiva más allá de sus recursos internos y aprovechan análisis de mercado, grupos de usuarios, foros de proveedores y contactos en la industria para enriquecer sus estrategias de ciberseguridad. Para aquellas Pymes con personal y experiencia limitados, estos recursos externos proporcionan información valiosa y un apoyo esencial para el éxito de sus programas.
La ciberseguridad es un compromiso continuo que requiere vigilancia, adaptabilidad e inversión estratégica, no un esfuerzo puntual. Aunque el camino hacia la resiliencia cibernética puede ser difícil para las Pymes, es alcanzable con el enfoque adecuado. Al enfocarse en los aspectos clave de personas, procesos y tecnología, e involucrar al liderazgo en todos los niveles, las Pymes pueden establecer defensas robustas que protejan sus activos, reputación y crecimiento futuro. No se trata solo de prevenir ataques, sino de construir una organización resiliente capaz de prosperar en un entorno empresarial digital y complejo.
A medida que las amenazas evolucionan, es fundamental que las Pymes ajusten continuamente sus estrategias y soluciones. Con una planificación meticulosa, evaluaciones constantes y el compromiso de integrar la ciberseguridad como una función central del negocio, las Pymes pueden convertir sus vulnerabilidades en fortalezas y asegurar su lugar en la economía digital.
* Fundador de SILIKN | Emprendedor Tecnológico | (ISC)² Certified in Cybersecurity℠ (CC) | Cyber Security Certified Trainer (CSCT™) | EC-Council Ethical Hacking Essentials (EHE) | EC-Council Certified Cybersecurity Technician (CCT) | Cisco Ethical Hacker | Líder del Capítulo Querétaro de OWASP.
Twitter: https://twitter.com/silikn
Instagram: https://www.instagram.com/silikn
YouTube: https://www.youtube.com/@silikn7599