Un total de 240 elementos de la Guardia Nacional arribaron al municipio de Chilpancingo luego de que el alcalde Alejandro Arcos fuera decapitado el pasado 6 de octubre.
La llegada de estos elementos fue anunciada por el nuevo alcalde Gustavo Alarcón, quien aseguró este viernes no tener nexos con los grupos criminales que operan en la región, Los Ardillos y Los Tlacos.
El nuevo alcalde de Chilpancingo inició su gestión en un contexto de alta tensión tras el asesinato de su predecesor, Alejandro Arcos, decapitado cinco días después de asumir el cargo. En una entrevista con Azucena Uresti para RadioFórmula, Alarcón dijo que no considera necesario establecer vínculos con grupos criminales para gobernar la capital de Guerrero.
“No he recibido ni una llamada ni otro tipo de comunicación en este sentido, yo sigo el curso natural y el día de ayer le di indicaciones que cualquier situación de toda la estructura institucional, nos centramos en una sola información”, respondió en entrevista.
Afirmó que hasta el momento no ha recibido amenazas de estos grupos delictivos, aunque cuenta con vigilancia constante proporcionada por autoridades federales y estatales. Actualmente, su seguridad está a cargo de 14 elementos de la Guardia Nacional y siete del estado, un número que considera elevado y que planea reducir para facilitar su movilidad.
“Vamos a revisar todo esto porque es mucho personal, son 14 de la Guardia Nacional, siete del estado, si es un grupo bastante nutrido, vamos a hacernos más, vamos a compactarla para podernos mover más fácilmente”, agregó.
El alcalde destacó que el gobierno federal ha incrementado la presencia de la Guardia Nacional en Chilpancingo, con un despliegue de 240 efectivos para reforzar la seguridad en el municipio. Esta medida busca enfrentar el problema de la inseguridad, que es una de las prioridades de su administración.
Desde que asumió el cargo, Alarcón ha comenzado a revisar los programas sociales y las obras en curso, con un enfoque renovado en el combate a la inseguridad. A pesar de la situación crítica, el alcalde ha decidido no residir en instalaciones militares, confiando en las medidas de seguridad actuales.
En su entrevista, Alarcón enfatizó que su administración está evaluando todas las estructuras institucionales para centralizar la información y tomar decisiones informadas. Su enfoque es iniciar los trabajos administrativos como si se tratara de un nuevo comienzo, sin descuidar los problemas más urgentes que enfrenta Chilpancingo, comentó.