Dos hombres acusados de secuestro fueron linchados y quemados vivos por una multitud en el municipio de Olinalá, en la región Montaña de Guerrero, tras ser capturados por presuntos policías comunitarios.
Según reportes de medios locales, los dos sujetos circulaban a bordo de una camioneta cuando fueron interceptados por los pobladores tras ser señalados de haber secuestrado a un hombre y disparado contra otro en las inmediaciones del Barrio de San Francisco, cerca del Ayuntamiento.
La alarma se propagó rápidamente cuando las campanas de la iglesia local comenzaron a repicar, una señal que convocó a los habitantes a congregarse en las calles.
La tensión creció entre los vecinos, quienes decidieron actuar ante la aparente inacción de las autoridades frente a la inseguridad que azota a la región. Pobladores y civiles armados que supuestamente forman parte de los cuerpos de policía comunitaria de Olinalá y municipios cercanos como Ahuacuotzingo, organizaron un operativo para detener a los sospechosos.
Los dos acusados fueron detenidos al mediodía en un punto conocido como Las Ceibas. De inmediato fueron trasladados a una cancha de usos múltiples en el Barrio de San Francisco, donde ya se había reunido una multitud considerable.
En el lugar, los sujetos fueron maniatados de pies y manos, golpeados brutalmente y expuestos ante los habitantes, que documentaron el suceso con fotos y videos que rápidamente comenzaron a circular en las redes sociales.
Las imágenes captadas por ciudadanos muestran cómo los hombres fueron tirados boca abajo en la cancha, mientras la multitud los insultaba y los golpeaba hasta dejarlos inconscientes.
Poco después, los cuerpos inmóviles de los presuntos delincuentes fueron rociados con combustible y les prendieron fuego en medio de la cancha. Las llamas consumieron los cuerpos rápidamente, mientras el humo se elevaba entre gritos de los espectadores.
En un video difundido en redes sociales, se observa cómo algunos pobladores, entre ellos menores de edad, corrían alejándose del lugar al tiempo que se escuchan al menos cuatro disparos al aire.
En zonas rurales y montañosas como Olinalá, la presencia de grupos de autodefensa ha crecido de manera significativa desde 2013, cuando comunidades indígenas y campesinas comenzaron a organizarse para protegerse de los cárteles que disputan el control del territorio. Estos cuerpos de seguridad, conocidos como policías comunitarias, operan con una estructura similar a la de las autoridades oficiales, pero no son reconocidos por el gobierno estatal o federal.
Gobierno municipal pide presencia de las Fuerzas Armadas
Ante estos hechos, el Ayuntamiento de Olinalá condenó los actos de violencia que dejaron como saldo la privación ilegal de una persona y la muerte de dos presuntos agresores bajo “circunstancia inaceptables”.
El gobierno municipal rechazó cualquier acto que atente contra la integridad y la dignidad humana, así como cualquier pretensión o acción para hacer justicia por mano propia, al asegurar que la violencia sólo genera más violencia.
Las autoridades hicieron un exhorto a las autoridades competentes a realizar las investigaciones exhaustivas y se aplique la ley sobre los responsables de estos actos violentos, tanto materiales como intelectuales.
De igual forma, hicieron un exhorto a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, para que la Secretaría de Seguridad Pública destine personal y desarrolle las acciones que fortalezcan la seguridad en el municipio.
También se le pidió su mediación para que personal de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano hagan presencia en el municipio, para fortalecer las acciones de seguridad.