El amaranto es un pseudocereal que proviene de las plantas del género Amaranthus. Conocido por sus diminutas semillas comestibles, este fue considerado por mucho tiempo como un alimento sagrado en diversas culturas, especialmente en las civilizaciones prehispánicas de América, ya que era considerado como un alimento clave para la longevidad.
Actualmente su importancia no ha disminuido, ya que ha recibido el calificativo de superalimento debido a su elevado perfil nutricional el cual se encuentra a tal nivel que es uno de los alimentos clave para los astronautas que realizan misiones en el espacio, sobre todo debido a que favorece la formación de masa muscular, la cual suele perderse por el efecto de la gravedad.
Es gracias a este beneficio que también suele ser un alimento muy socorrido por personas que realizan actividad física ya que favorece la formación del músculo.
Y es que el amaranto es rico en proteínas, fibra, minerales como el hierro y el calcio, y vitaminas lo que lo vuelve un superalimento.
Cuáles son los beneficios de incluir amaranto en tu alimentación
El amaranto es un pseudocereal altamente nutritivo, valorado por sus múltiples beneficios para la salud, entre los cuales se encuentran los siguientes:
- Fuente de proteína: El amaranto es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, comparables a las proporcionadas por alimentos de origen animal, lo que lo convierte en un complemento ideal para dietas vegetarianas y veganas. Contiene aminoácidos esenciales como la lisina, que suele estar ausente en otros granos.
- Excelente fuente de fibra: El contenido elevado de fibra en el amaranto ayuda a mejorar el tránsito intestinal y puede contribuir a la reducción del colesterol, apoyando la salud cardiovascular. La fibra también proporciona una mayor sensación de saciedad, lo que puede ser beneficioso para el control del peso.
- Rico en minerales: Además, el amaranto es rico en minerales esenciales como el calcio, el hierro, el magnesio y el fósforo, que son cruciales para la salud ósea y el funcionamiento muscular. También contiene vitaminas del complejo B, que son vitales para el metabolismo energético y el sistema nervioso.
- Aporta antioxidantes: El amaranto aporta antioxidantes, que ayudan a combatir los radicales libres y proteger las células del daño oxidativo. Esto puede contribuir a la prevención de enfermedades crónicas y al fortalecimiento del sistema inmunológico y a prevenir el envejecimiento.
- Apto para celiacos: Al ser naturalmente libre de gluten, es una opción adecuada para personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten.
Cómo incluir amaranto en tu alimentación para obtener sus beneficios
Además de ser delicioso y nutritivo otro beneficio del amaranto es que es un alimento versátil que es fácil de incluir en la alimentación cotidiana. Aquí te dejamos algunas ideas de cómo incluirlo en tu dieta diaria:
- Cocido como cereal: Cocinarlo similar al arroz o la quinoa, hirviendo una parte de amaranto en tres partes de agua, por unos 20 minutos. Se puede servir como acompañamiento o base para ensaladas.
- Añadir a sopas y guisos: Agregar amaranto durante la cocción de sopas o guisos para espesar el platillo y aumentar su valor nutritivo.
- Ensaladas: Mezclar amaranto cocido con verduras frescas, legumbres y aderezos para una ensalada rica en nutrientes.
- Muesli o granola: Incorporar amaranto inflado o tostado a mezclas de granola o muesli para darle un aporte crujiente y nutritivo al desayuno.
- Batidos y yogures: Agregar amaranto cocido o inflado a batidos o como cobertura en yogures para mejorar la textura y el perfil nutricional.
- Panadería: Usar harina de amaranto como parte de la mezcla para hornear panes, galletas o muffins, mejorando así el contenido de proteínas y nutrientes.
- Barritas de cereal: Mezclar amaranto inflado con frutos secos, semillas y miel para hacer barritas energéticas caseras.
Estas ideas te ayudarán a integrar el amaranto en tu dieta diaria, aprovechando sus propiedades en diversas preparaciones culinarias.